El arte religioso destaca en TEFAF

La semana pasada tuvo lugar en su sede principal de Maastricht la feria de arte, antigüedades y diseño más relevante del mundo: TEFAF (The European Fine Art Foundation), un evento destacado en el calendario del mercado del arte y organizado por una fundación sin ánimo de lucro que tiene como misión la difusión de la diversidad artística global. Con más de 280 prestigiosos marchantes de 22 países, TEFAF Maastricht, junto con sus ediciones anuales en Nueva York, es un escaparate de las mejores obras que existen actualmente en el panorama artístico mundial y un termómetro preciso del mercado en cada una de sus disciplinas.

En esta 35º edición de la feria de Maastricht se han reunido 242 galeristas, de los cuales 21 se estrenaron. Entre las obras destacadas por la misma feria está la pintura religiosa, con un ejemplo concreto, el de La Virgen de la silla de Giovanna Garzoni (1600-1670), ofrecida por la Rob Smeets Gallery de Ginebra. Se trata de una copia, finamente ejecutada por una de las mejores pintoras italianas del Barroco, del original tondo de La Virgen de la silla de Rafael. Garzoni ganó su fama principalmente por sus pinturas de alegorías mitológicas y de temas botánicos con témpera y acuarela. Hoy en día, esta figura está recopilando un interés acrecentado por parte de los historiadores. Su obra de bodegones se relaciona o se reinterpreta con cierto contenido de sentimiento feminista. Sin embargo, no solo las flores y las frutas ocuparon su inspiración, sino que el tema religioso tuvo también importante presencia en su carrera. No se sabe mucho sobre su vida, salvo sus viajes por Italia en su exitoso oficio como pintora e ilustradora, su amistad con Artemisa Gentileschi y la nulidad de su matrimonio con el pintor Jacopo Ligozzi debido al voto de celibato que ella integró en su vida antes de casarse. Este último detalle explica por qué la llamaban Giovanna la casta.

Esta copia de La Virgen de la silla que nos ha traído TEFAF curiosamente fue un modelo que repitió más de una vez. La pieza presenta la sutil, pero clarísima firma de Giovanna en la pata de la silla. La técnica de la miniatura atestigua que el marco de la misma es el original. Procede directamente de la Tribuna de los Uffizi, donde ha permanecido desde 1589. Las principales diferencias que se advierten con respecto a la composición original de Rafael son la dulcificación de los gestos de los personajes y la mayor suavidad en el uso de los colores, como el tono rosado de la tela del Niño en vez del ocre usado por el referente italiano, o la eliminación del verde en el paño de la Virgen, sustituido por blanco.

Es muy gratificante comprobar cómo no cesan los descubrimientos y revalorizaciones de firmas de arte clásico en ferias como TEFAF. Y, a la misma vez, se puede seguir disfrutando de piezas de maestros antiguos de primera fila. De hecho, en lo que respecta a España, podemos presumir de ello con la excelente participación que han prestado nuestras galerías. Por poner algunos ejemplos reseñables, la galería Caylus ofreció una representación de san Francisco de Asís de Alonso Cano, una Virgen de Juan de Flandes y otra de Luis de Morales; Artur Ramon presentó La Natividad de la Virgen y La Encarnación, procedentes del retablo mayor del convento de la Concepción de San Juan de la Palma de Sevilla; Deborah Elvira expuso joyas históricas del siglo XVII, como una cruz pectoral colonial barroca, un medallón devocional, una cruz de cuello y una encomienda de oro y cristal de roca, y Colnaghi trajo El triunfo de Galatea de Luca Giordano.

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