Egipto: Los coptos dan a Mursi el beneficio de la duda

Egipto tendrá presidente islamista, aunque el Ejército ha dejado claro que le vigilará muy de cerca. Ni una ni otra son noticias que entusiasmen a la minoría cristiana, el 10 % de la población, que apoyó activamente las reformas democráticas y ahora ve cómo los islamistas controlan todos los resortes del poder, con el importante matiz de que tendrán que compartir el poder con los militares.

Al cierre de esta edición, el nuevo presidente, Mohammed Mursi, había anunciado su intención de contar en su Gobierno con personalidades ajenas a los Hermanos Musulmanes, e incluso dejaba abierta la posibilidad de incluir a algún copto. Esas expectativas, sin embargo, quedan en entredicho, por su intención de reservar también un papel político destacado a los salafistas, que defienden las posiciones islamistas más intransigentes. Durante el régimen militar, en las últimas décadas, los cristianos sufrieron todo tipo de discriminaciones, pero su situación era considerada razonablemente aceptable, según los parámetros de la región. Las tensiones han ido a más desde la llamada Primavera árabe, con atentados sin esclarecer e incluso matanzas de cristianos cometidas por las fuerzas de seguridad, de modo muy especial la de octubre de 2011.

Los coptos, sin embargo, prefieren dar a Mursi el beneficio de la duda. El Administrador del Patriarcado copto-católico, monseñor Cirilo William, ha enviado un mensaje de felicitación al Presidente, en el que le recuerda sus pronunciamientos a favor de integrar a todos los grupos, y expresa su deseo de que el nuevo Gobierno lleve a cabo las reformas institucionales necesarias «para la realización de un Estado civil democrático moderno, un Estado que respete los derechos y libertades de todos». Por su parte, el obispo de Luxor, monseñor Zakaria, ha expresado su esperanza de que se abre un tiempo en el que «todos trabajemos con espíritu de colaboración para renovar el país».