EE. UU.: Batalla por el matrimonio
El presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, el cardenal Timothy Dolan, ha calificado las palabras del presidente Barack Obama sobre el llamado matrimonio homosexual de «profundamente entristecedoras. No podemos permanecer callados ante palabras o acciones que minarían la institución del matrimonio, la verdadera piedra angular de nuestra sociedad —ha afirmado—. La gente de este país, especialmente nuestros niños, merecen algo mejor». Barack Obama afirmó, el 9 de mayo, en una entrevista a la cadena ABC News: «Creo que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse». Explicó que esta convicción se basa en sus creencias cristianas. En la entrevista, sin embargo, matizó que la suya es una postura personal, y que cada Estado debe tomar sus propias decisiones.
Sin embargo, Obama siempre se ha opuesto a iniciativas como la apoyada el día anterior, 8 de agosto, por el 61 % de los votantes de Carolina del Norte. Esta propuesta pretendía blindar, en la constitución del Estado, la definición del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Obama también ha favorecido la agenda homosexualista al hacer que su Administración deje de defender la Ley federal de Defensa del Matrimonio, y apoyando las leyes que permiten las uniones civiles entre homosexuales.
Con Carolina del Norte, son ya 31 de los 50 Estados los que han aprobado leyes en defensa del matrimonio, muchas de ellas tras un referéndum. Por el contrario, ninguno de los seis Estados que han aprobado el matrimonio homosexual lo ha hecho con el apoyo del pueblo. Otros cinco Estados permiten las uniones civiles. El debate sobre esta cuestión arrecia en el país, pues el lobby gay está redoblando su presión por el miedo a que, en las elecciones presidenciales de noviembre próximo, gane el Partido Republicano.
En este contexto, la defensa del matrimonio ocupará un lugar importante, durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, que se celebrará del 13 al 15 de junio próximo, en Atlanta. El tema principal de este encuentro será la libertad religiosa. A los obispos les preocupa, y mucho, la defensa de la libertad. Son varios los ataques que está sufriendo; entre ellos, la obligación de que las instituciones religiosas paguen a sus empleados medios contraceptivos y abortivos. Los obispos del país ya encargaron a un comité ad hoc la elaboración de una declaración, titulada La primera y más preciada de nuestras libertades, que se hizo pública en abril. Para implicar y concienciar a los fieles de la importancia de este tema, los obispos han invitado a las diócesis a celebrar, del 21 de junio al 4 de julio, una quincena de actos «por un nuevo nacimiento de la libertad religiosa en nuestro país». Tanto en la defensa del matrimonio como de la libertad religiosa, la Iglesia no está sola, y han sido numerosos los líderes de otras confesiones los que le han mostrado su apoyo.