El Teatro La Guindalera cumple 10 años de gestión luchadora y valiente. La apuesta es sencilla: buenas obras, pocas personas, un espacio sonoro excepcional y una gente muy entregada. Parece una apuesta ganadora y así debería ser, pero este mundo nuestro tan absurdo y tan complejo hace que hasta las cosas más bien hechas tengan sus dificultades.
Por eso hay que celebrar los 10 años de Guindalera como se merecen, y Juan Pastor es el adecuado para ello con Duet for one, la obra elegida. En un mano a mano interpretativo con su hija, María Pastor, el dueto de la obra de Tom Kempinsky se convierte en un concierto actoral acompasado y firme que consigue rápidamente esa atmósfera mágica del teatro de emociones, de sentimientos, de preguntas.
Basada en la vida de Jacqueline Du Pre, la violonchelista británica que se retiró con sólo 28 años por esclerosis múltiple, la obra muestra el estado anímico convulso de una mujer que sabe que no hay vuelta atrás. Stephanie es una famosa concertista de chelo que, ante la insistencia de su marido, decide visitar a un psicólogo. Ha sido diagnosticada de una grave enfermedad degenerativa que le impide volver a ejercer su profesión tal como ella la conoce, sumiéndola en una profunda depresión.
Oculta tras su personalidad inicial, que parece madura, firme, ingeniosa y divertida, se esconden sus verdaderos miedos. Poco a poco, en varias visitas al despacho del doctor Feldman, se descubre su desesperación ante un futuro que no es el planeado. No quiere ni desea aceptar los cambios sobre el camino que ha trazado con mucho esfuerzo, peleando con la vida y superando obstáculos como la muerte temprana de su madre y la falta de entrega y coraje de un padre que no supo amarla ni a ella ni a su arte.
Es ese miedo que se descubre el que no la deja verse a sí misma. Cegada por la sinrazón de una vida distinta que la espera y que ella no entiende y, sobre todo, no desea aceptar o siquiera vivir.
La identificación es casi inmediata, porque es una batalla que mantenemos todos de una u otra forma cada día de nuestra vida. Y es en alguna de esas peleas… cuando comprendemos que el sentido de la vida no es una descripción de libro, sino la suma de las experiencias y vivencias de tu propia vida. Y son tuyas, son tú. Y tu vida se compone de pérdidas tanto como de ganancias. Sin embargo, son las pérdidas las que somos menos capaces de comprender, sobre todo cuando, como es el caso de Stephanie, pierdes lo que más amas, y todo tu amor estaba única y exclusivamente centrado en ello.
La aceptación del sufrimiento y el dolor con o por tu amor tiene sentido. Sin él, parece imposible, pero… ¿y si fueras capaz de encontrar algo más que amar?
★★★★☆
Calle Martínez Izquierdo, 20
Diego de León
OBRA FINALIZADA