El duelo «que casi nunca se entiende»

Duelo perinatal, el luto «que casi nunca se entiende»

En el Día Internacional del Duelo Perinatal, la fundadora de la funeraria especializada En Vela denuncia que la pérdida de un hijo durante el embarazo o al poco de nacer es un dolor «silenciado, que habitualmente no es comprendido y que se vive con mucha soledad»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Familia con niños pequeños en un cementerio, con un sacerdote
Entierro de un bebé organizado por En Vela. Foto: En Vela.

«Uno de cada cuatro bebés en España nace sin vida, pero se trata de una realidad invisible», afirma Helena Acín, fundadora de la funeraria especializada en bebés En Vela. Este dato incluye todos los embarazos que no llegan a buen puerto, tanto los abortos espontáneos en los primeros meses como las muertes fetales más tardías.

«Nosotros acompañamos a los padres que pierden a sus bebés en fase gestacional o a los pocos días de nacer. Les ofrecemos un servicio funerario que les permite acoger a sus hijos, despedirse de ellos y ponerlos en manos del Padre», añade Acín, con ocasión del Día Internacional del Duelo Perinatal, que se celebra cada 15 de octubre.

Para Acín, el duelo perinatal «es un duelo silenciado, que habitualmente no es comprendido y que se vive con mucha soledad». Así, los padres que pierden a un hijo antes o poco después del parto «sienten un dolor grandísimo que la mayoría de las personas a su alrededor, incluso de su propia familia, casi nunca entiende. Piensan que siendo pequeño es un sufrimiento más llevadero. Pero no es así: se les ha muerto un hijo, y desean vivir ese duelo como harían con cualquier otra persona».

Desde En Vela ayudan a estos padres a darle nombre a su hijo o hija, a vivir su duelo con propiedad, a que reciba la bendición de un sacerdote y finalmente a enterrarlo. «Muchos no saben ni siquiera que pueden enterrar el cuerpo de su bebé», afirma Acín.

En este sentido, la normativa española cuenta desde el mes de agosto con un cambio en este ámbito: los bebés fallecidos antes de nacer con más de seis meses de gestación ya pueden ser inscritos en el Registro Civil y pueden tener un nombre. Hasta ahora, los datos de estos fallecimientos se registraban en un archivo denominado «legajo de criaturas abortivas» como feto de la madre, sin figurar el nombre del padre.

«Solo con ese nombre ya desanimaba a cualquiera —lamenta la fundadora de En Vela—. Y el bebé aparecía sin nombre, como si fuera una parte del cuerpo de la madre». Ahora, el registro se llama «archivo de bebés nacidos sin vida con más de seis meses de gestación», y se permite inscribir a los niños con su nombre y recoger asimismo el del padre. Además, tiene efecto retroactivo, y se ha abierto un plazo de dos años para que quien lo desee puede solicitar el cambio en su archivo, plazo que concluye el 8 de agosto de 2025.

«Es un cambio muy reseñable», señala Acín, que destaca asimismo la labor de las asociaciones de padres afectados por el duelo perinatal: «Solo quieren que sus hijos sean reconocidos, y que su dolor lo sea también». Gracias a ellos, en comunidades autónomas como la de Madrid se han activado protocolos de intervención en estos casos para que los profesionales de los hospitales «sepan acompañar bien a los padres afectados» por estas muertes, «y que las puedan vivir con dignidad y sin ser silenciadas».