Jugando al escondite Catalina y Serafín, que son muy pillos, suben al desván del abuelo que fue bombero. Allí descubren cantidad de trastos viejos que utilizan para jugar. Durante el juego, por una travesura de Serafín, se produce un incendio. Con la ayuda del Bombero Tilín Tilero conseguirán aprender a prevenir y actuar ante el fuego.
Con este sencillo argumento, la Compañía Sin Fin propone un espectáculo ameno divertido y muy educativo en el que se mezclan magia, malabares, música y muy buen teatro. Con una puesta en escena muy cuidada, la Compañía Sin Fin demuestra tomarse muy en serio el público infantil a quien trata con dignidad y altura, evitando las maneras superficiales y ñoñas con las que, algunas compañías, a tratan a los más pequeños.
El público infantil es un público difícil. Estar en el punto medio de diversión y contención, es tarea para grandes maestros. Tenemos ejemplos de artistas maravillosos que han sabido entrar en el apasionante mundo infantil con pasos firmes como Gloria Fuertes o Rosa León. En el caso de los actores de Dos pillos y un bombero, están a la altura de los mejores.
Si además de todo esto, le añades que los niños y sus familias aprenderán de buena mano las normas básicas de prevención de riesgos en el hogar, el espectáculo resulta redondo.
La participación en el escenario de un bombero real hace que los más pequeños se entusiasmen todavía mas. Al final de la función, podrán hacerse fotos tanto con el bombero como con Serafín y Catalina, fotografías que formarán parte de un mini museo del bombero que el teatro expondrá durante los días de representación.
Para completar la jornada los niños podrán llevarse con la entrada el «carnet de bombero infantil», no os olvidéis de llevar una fotografía de carnet para llevároslo a casa totalmente en «regla».
Todo ello hace de Dos pillos y un bombero un espectáculo interactivo y de enorme interés divulgativo.
★★★★☆
Calle Atocha, 18
Sol, Tirso de Molina, Antón Martín
OBRA FINALIZADA