«2.000 años después seguimos celebrando este misterio de un Niño al que llamaron el Salvador» - Alfa y Omega

«2.000 años después seguimos celebrando este misterio de un Niño al que llamaron el Salvador»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inauguró este lunes el belén de la Puerta del Sol con un discurso en el que subrayó la actualidad del mensaje cristiano

Redacción
Díaz Ayuso durante su discurso. Foto: Comunidad de Madrid.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inauguró este lunes el tradicional belén de la Puerta del Sol, que en esta ocasión se ha instalado en el patio de la sede de la administración autonómica y que se podrá visitar de forma gratuita hasta el 9 de enero, con un discurso en el que subrayó que «2.000 años después seguimos celebrando este misterio de un Niño, que nació en Belén, en un pesebre, y al que llamaron el Mesías, el Salvador».

«¿No es inverosímil que esto ocurra, año tras año?», se preguntó Díaz Ayuso al mismo tiempo que destacó que «de todos los rincones de la tierra, y especialmente en Occidente, llegan deseos de paz y de buena voluntad». Ante este hecho, se volvió a preguntar «¿por qué?» y, acto seguido, respondió: «Porque aquel Niño al que adoraron los pastores y los magos, y al que Herodes quiso matar, traía una enseñanza que nunca se había oído con tal fuerza, y que resonará hasta hoy: “La verdad os hará libres”».

Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, con este mensaje «no es de extrañar entonces que el cristianismo fuera el germen de la Unión Europea», de la «fundación de las universidades en el mundo» o «de la empresa española en América, que fue, principalmente, una empresa cristiana, y por lo tanto de amor y hermandad: de mestizaje».

Foto: Comunidad de Madrid.

En la actualidad, el mensaje cristiano, «se tenga fe o no, impregna nuestra forma de vivir como personas y como sociedad», afirmó Ayuso. Como ejemplo de ello, citó «el cuidado de los enfermos, de los niños, de los pobres, la solidaridad de la pena y la alegría compartidas, el intentar que los presos se reinserten, la justicia, el perdón y la esperanza». Todo ello «son aspiraciones que compartimos y nos unen, un horizonte al que aspiramos».

Más que una simple tradición

Al final de su alocución, la presidenta reflexionó sobre la libertad, que es «el premio de esta búsqueda de la verdad a través del amor». Una libertad que «el mundo cristiano, occidental, siempre ha anhelado», aunque «haya tenido caídas, o cometido errores», y de la que ha sido escuela «para el resto del mundo, incluso refugio y amparo de los que la habían perdido».

Isabel Díaz Ayuso concluyó asegurando que la instalación del belén «es mucho más que una simple tradición: la Navidad y el Belén ponen de manifiesto la actualidad de este compromiso con la verdad, la libertad y el amor, que debe guiar toda vida humana digna de tal nombre». Y es también «nuestra historia misma, la razón de nuestros esfuerzos de cada día, y el futuro al que aspiramos, con alegría y esperanza».