Dos de cada cinco niños en Yemen siguen sin ir al colegio por la guerra
Save the Children publica un informe denunciando la situación de la infancia tras nueve años de conflicto. «Nos estamos enfrentando a una emergencia educativa como nunca antes», lamenta la organización, que reclama un alto el fuego oficial
Tras nueve años de conflicto en Yemen, dos de cada cinco niños y niñas —4,5 millones—, no van a la escuela, y los desplazados tienen el doble de probabilidades de abandonarla que sus compañeros, según el informe de Save the Children titulado Pendiendo de un hilo: La lucha de la infancia yemení por la educación.
El estudio revela que un tercio de las familias yemeníes tiene al menos un hijo o hija que ha abandonado la escuela en los últimos dos años, a pesar de la tregua mediada por la ONU que entró en vigor en 2022. Aunque este alto el fuego expiró oficialmente en octubre de 2022 y las partes han seguido respetando sus elementos fundamentales sin reavivar combates a gran escala, tres cuartas partes de los estudiantes declaran que su sensación de seguridad no ha aumentado, y el 14 % de las familias menciona la violencia como causa directa del abandono escolar de sus hijos.
El colapso de la economía en Yemen por el conflicto ha empujado a dos tercios de la población por debajo del umbral de pobreza y ha desplazado a unos 4,5 millones de personas, lejos de sus hogares. En su dimensión educativa, el análisis de Save the Children muestra que los niños desplazados son dos veces más vulnerables al abandono escolar. Además, las tasas escolares y el coste de los libros de texto están colocando la educación fuera del alcance de muchos, pues el 20 % de las familias afirma que los gatos escolares son inasequibles para ellas. Asimismo, para más del 44 % de los encuestados, la necesidad de apoyar la generación de ingresos de su familia es una de las principales razones del abandono escolar de los niños.
Según Mohamed Mannaa, director interino de Save the Children en Yemen, «nueve años después de este conflicto olvidado, nos enfrentamos a una emergencia educativa como nunca antes. Debemos actuar ahora para proteger a estos niños y niñas y su futuro. Aunque la tregua redujo parte de la violencia, las familias de Yemen necesitan un alto el fuego oficial, porque sin él las familias se quedan en el limbo».
«No podemos permitir que la infancia de Yemen, que sólo anhela seguridad y la oportunidad de aprender, pierda de vista un futuro lleno de posibilidades», concluye Mannaa, para quien «todos los niños y niñas de Yemen merecen crecer con seguridad, acceso a una educación de calidad y un horizonte lleno de promesas. Cuanto más esperemos, más difícil será lograr un impacto duradero».