Directora de un colegio desde la cercanía - Alfa y Omega

Directora de un colegio desde la cercanía

Ana Virosta es la directora del Colegio Menesiano de Madrid

Fran Otero

Ana Virosta, la directora del Colegio Menesiano de Madrid, a orillas de la M-30, hace memoria de un curso difícil en el que se han tenido que reinventar y estar muy pedientes de las familias, sobre todo a nivel emocional.

Ella hace memoria y vuelve a los primeros días de marzo, cuando el colegio se tuvo que cerrar de un día para otro por la COVID-19 y reinventarse para atender a alumnos y familias. Vuelve a aquel 2 de abril negro en el que les daba miedo abrir el correo electrónico. ¿Otra muerte más? Un religioso, un tío médico, un abuelo… Vuelve a los días siguientes, cuando la labor de la comunidad educativa puso el foco en atender lo emocional, en «estar unos al lado de los otros», en la «cadena de favores» que surgió y que permitió que un antiguo alumno que trabajaba en un hospital se acercara a saludar a un familiar de la comunidad educativa que estaba solo.

En aquellos meses duros y separados se dio una gran paradoja: «Cuanto más lejos estábamos, más cerca nos sentíamos unos de otros». Reconoce que esta experiencia ha reforzado el vínculo entre escuela y familia.

Superado este primer envite, llegó el verano, la incertidumbre y la ausencia de medidas hasta diez días antes del nuevo curso. Y el esfuerzo ímprobo: tiraron tabiques, removieron mobiliario, construyeron mamparas y establecieron un protocolo de ventilación, reforzaron el equipo médico… Y en medio, la ley Celaá: «Decimos no a esta ley y a todas las leyes que no sean producto del diálogo y de un pacto de Estado. Queremos educar en libertad».