Diferentes grupos políticos piden cárcel para quien practique terapias de conversión - Alfa y Omega

Diferentes grupos políticos piden cárcel para quien practique terapias de conversión

Sumar, Podemos, ERC, BNG y Junts han presentado una proposición de ley para acabar con esta práctica que han calificado de «tortura» y de «laboratorios del horror»

Redacción
Foto: María Pazos Carretero

Sumar, Podemos, ERC, BNG y Junts han firmado y registrado este martes en el Congreso una proposición de ley orgánica, a propuesta de la Asociación No es Terapia, para castigar con penas de cárcel a quienes realicen «terapias de conversión» para personas LGTBIQ+. Han calificado esta práctica de «tortura» y de «laboratorios del horror».

La proposición, a la que ha tenido acceso Europa Press, pide añadir al artículo 175 del Código Penal que «la persona que practique Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual e Identidad o Expresión de Género (ECOSIEG) sobre otra persona será castigada con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de ocho a 24 meses».

Por otro lado, la iniciativa contempla que «cuando las víctimas de un delito tipificado en el artículo 175 bis del Código Penal careciesen en el año anterior al de la solicitud de rentas superiores, en cómputo anual, al salario mínimo interprofesional, excluida la parte proporcional de dos pagas extraordinarias, recibirán una ayuda económica equivalente a seis meses de subsidio por desempleo». Igualmente, si la víctima tiene personas a cargo, su importe podrá alcanzar el de un período equivalente al de 18 meses de subsidio, o de 24 meses si la víctima o alguno de los familiares que conviven con ella tiene reconocida oficialmente una discapacidad en grado igual o superior al 33 %, según el texto.

«Aquí cabemos todos»

Recientemente el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, fue entrevistado para TRECE por Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI. Durante la conversación, el también letrado del Consejo de Estado le preguntó sobre la postura oficial de la Iglesia respecto a las terapias de conversión. En su respuesta, el purpurado aseguró que «aquí cabemos todos. La Iglesia no es un club de santos, y el que quiera hacerlo está equivocado, porque la Iglesia está hecha para los pecadores, yo el primero. En la Iglesia estamos los pecadores».

En segundo lugar, el arzobispo afirmó que «la condición sexual no es ni buena ni mala. ¿Y la Iglesia para qué está? Para acompañar a la gente en los procesos, a cada uno como venga». Y añadió: «Cuando hablamos de que ese proceso de acompañamiento supone la conversión y el acompañamiento, me imagino que alguien lo lee por ahí y dice “terapia”, pero yo creo que lo nuestro no son las terapias y, si lo hacemos, lo hacemos mal, porque la Iglesia no está para hacer terapias».

No obstante, el arzobispo de Madrid quiso dejar claro en su respuesta que a la Iglesia tampoco se le puede robar la palabra conversión: «Ahora, que tampoco nos quiten que podamos hablar de conversión, que es lo que hacemos cada Cuaresma», matizó.