Día de las Personas sin Hogar: cada vez más familias, mujeres y jóvenes
Cáritas Madrid y Faciam han denunciado en el Día de las Personas sin Hogar que «el recorrido previo que realizan muchas personas antes de acabar en la calle está fracasando», lo que afecta a cada vez más familias, mujeres y jóvenes
No tener casa mata es el lema de la campaña que este año han organizado Cáritas Diocesana de Madrid y la Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Marginados (Faciam) para visibilizar y denunciar la realidad de exclusión que viven miles de personas sin hogar, sobre todo a raíz de la pandemia.
Para Rosalía Portela, la emergencia sanitaria y social está lanzando a la calle «a una diversidad cada vez más amplia de personas, porque cada vez son más quienes tienen que salir de su casa y acaban en la calle». Es decir, no solo siguen en la calle los que estaban, «sino que también hay cada vez más gente en esta situación».
Una muestra de esto es que pensiones, pisos compartidos y centros de acogida están «saturados», una situación «que está afectando ya a muchas familias, que a raíz de la COVID están acabando en el sinhogarismo».
Junto a ello, «se está incrementando la presencia femenina, lo que nos preocupa mucho porque son las mujeres las que más resisten antes de ir a la calle. Eso indica que el recorrido previo que realizan antes de acabar a la intemperie está fracasando», denunció.
Además, las personas que acaban en los recursos de acogida «son cada vez más jóvenes. Nos estamos encontrando con personas a las que no esperábamos encontrar en nuestros centros. El perfil del sinhogarismo se está rejuveneciendo y eso es un dato preocupante».
Para la presidenta de Faciam, este fenómeno «es un tema de vivienda y de salud, pero también de políticas publicas, y de aquí se saldrá con el esfuerzo y la suma de todos». Por eso, ante la posibilidad de un segundo confinamiento, «desde la red seguiremos habilitando espacios temporales», pero hace falta «una alternativa política» a esta situación, porque no se pueden naturalizar los dispositivos de emergencia». «No nos puede pillar otro confinamiento con el pie cambiado», añadió.
En la presentación de la campaña también intervino Enrique Domínguez, responsable del programa Personas sin Hogar de Cáritas Española, para quien «como sociedad estamos viviendo un momento de dolor, pero tenemos que pensar también cómo lo está pasando la gente sin hogar. Debemos ponernos en sus zapatos, pensar qué están pensando y cómo lo están viviendo».
«Vivir en la calle da miedo»
La presentación de la campaña contó también con la participación de tres personas sin hogar de diferentes perfiles, que contaron las situaciones que les habían llevado a la calle, y leyeron al final un manifiesto en el que contaban cómo «antes teníamos una vida diferente, y hasta a nosotros nos sorprende cómo hemos llegado hasta aquí». Contaron también que vivir en la calle «da miedo, todo es silencio, duele la garganta de no poder hablar y amar, estás roto en tu soledad. Pensar cuesta mucho y la pandemia ha puesto más presión sobre las personas en la calle».
El manifiesto denuncia también que «multas y desalojos no son la mejor solución», por lo que «reivindicamos que los gobiernos se impliquen más con las personas sin hogar», porque «sin trabajo, sin vivienda y sin ingresos no podemos avanzar en nuestra autonomía». Y concluyeron afirmando que «la calle mata porque trae enfermedad y muerte. Somos personas sin hogar, pero antes que nada somos personas. Nadie debería estar sin hogar».