De la Eucaristía a los pobres - Alfa y Omega

De la Eucaristía a los pobres

Alfa y Omega

La Iglesia celebra la solemnidad del Corpus Christi, marcada este año por la vuelta de las tradicionales procesiones tras el parón de la pandemia. Se trata de un día para recordar la entrega y el amor de Jesucristo, como señalan los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social, y por ello es una ocasión única para «vivir y experimentar la profunda e inseparable unidad entre la fe y la vida; la unidad entre la Eucaristía y la caridad».

En esta línea, en el mensaje de la próxima Jornada Mundial de los Pobres –hecho público el pasado martes–, el Papa Francisco incide en que la verdadera solidaridad se desarrolla cuando crece «el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida». Si uno se alimenta de la Eucaristía se siente movido a compartir lo que tiene con otros para «que a nadie le falte lo necesario». No es «asistencialismo» ni «activismo», en palabras del propio Pontífice, sino una «atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído». Y eso es necesario siempre, pero más en un mundo herido, con conflictos abiertos como el de Ucrania.

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