Cuando creemos que tenemos La vida resuelta - Alfa y Omega

Cuando uno es pequeño y se proyecta al futuro se ve apagando fuegos, salvando vidas, siendo una estrella de rock, astronauta… La imaginación nos lleva a apuntar siempre a lo más alto, a las profesiones más espectaculares, porque las identificamos con la felicidad. Cuando uno se hace mayor, reduce ese listón de heroicidad por cosas más banales como el dinero, una gran casa, vacaciones lujosas, una novia mucho más joven… pero sigue habiendo un punto en común: buscamos la felicidad. El corazón del ser humano no se conforma con menos.

El hilarante drama que viven los personajes de La vida resuelta está marcada por este deseo infinito que nos mueve a todos pero que, cuando uno no lo alcanza rozando los cuarenta, es un peso que agota. La caricatura de toda una generación que se enfrenta de bruces con respuestas que no corresponden con la vida.

Luis (Carlos Santos) y Laura (Laura Domínguez) son un matrimonio que se ha intercambiado los roles: ella trabaja como arquitecto y él se encarga de la casa y del hijo. Jaime (Javier Mora) se acaba de separa de su mujer y vive una vuelta a la juventud enrollándose con Lluvia (Adriana Torrebejano), una chica veinte años más joven. Y Raquel (Cristina Alcázar) es madre soltera que, pasados los treinta, añora formar la familia perfecta que parece que otros tienen. Estos personajes se encuentran solicitando plaza en una de las mejores guarderías de la ciudad. La espera en ese aula llena de juguetes y sillas para niños hará que afloren todas las contradicciones que viven día a día.

El guión de Marta Sánchez y David S. Olivas es ágil, cargado de genio, giros inesperados y muy sensato. No recurre a ocultar la realidad para ofrecer mayor comicidad. Más bien, partiendo de situaciones muy reales, las eleva y deja caer de golpe para dirigir, cual director de orquesta, la risa y el pesar de todo el patio de butacas. Parten de situaciones cotidianas en personajes muy creíbles, tan creíbles que aquel que parece más imposible, Lluvia, poco a poco es el menos ficticio de todos. Adriana Torrebejano seguro que termina conquistándoles el corazón.

La vida resuelta es una comedia de contrastes: adultos encerrados en un espacio de niños, niños que sueñan con ser mayores, hombres y mujeres que juegan a ser padres perfectos, príncipes azules que destiñen, la vida ofreciendo felicidad a borbotones y ellos buscándola donde no está.

¿Alguno ha alcanzado a ser lo que deseaba de pequeño? La felicidad prometida, ¿la hemos alcanzado? Vayan al Teatro Infanta Isabel y ríanse todo lo que puedan, me lo agradecerán, pero si escrutan un poco más allá en esta historia verán que hay ciertas preguntas que tarde o temprano tenemos que responder. Eso sí, hagan como en La vida resuelta y no censuren el humor en este camino de jugar a ser mayores.

La vida resuelta

★★★★☆

Teatro:

Teatro Infanta Isabel

Dirección:

Calle Barquillo, 24

Metro:

Banco de España, Chueca

OBRA FINALIZADA