Crece el temor entre los cristianos indios por las feroces leyes anticonversión
Una petición dirigida al gobierno indio exige defender a las minorías religiosas de estas normas que justifican la persecución contra cristianos y musulmanes
Cada vez más ciudadanos indios se están sumando a la petición que el National Solidarity Forum (NSF) ha dirigido a las autoridades indias para que pongan coto a las llamadas «leyes anticonversión». La iniciativa insta a la unidad para defender los valores que promueve la Constitución india y a proteger los derechos de las minorías religiosas, así como la tradición laica del país. El NFS considera que estas leyes se han convertido en una justificación que ampara la persecución de estas comunidades.
El National Solidarity Forum es una organización, creada tras los disturbios anticristianos en el estado de Orissa de 2007, que aglutina a unos 70 grupos distintos y activistas comprometidos con la defensa de la libertad religiosa que en la India parece estar cada vez más en peligro. De hecho, el 2021 fue el año más violento de la Historia para los cristianos en la India. La ONG United Christian Forum for Human Rights registró 486 episodios de odio y violencia contra los cristianos lo que supone más de un ataque al día. El UCFHR señala que la mayor parte de los perpetradores pertenecen a grupos extremistas hindúes y denuncia que las agresiones se producen, sobre todo, en los estados gobernados por el Partido Bharatiya Janata (BJP), un partido nacionalista hindú al que pertenece el primer ministro, Narendra Modi. Es en estos estados donde proliferan las leyes anticonversión que se han convertido en un instrumento de venganza y persecución contra cristianos y musulmanes, especialmente mujeres dalits y adivasi. Porque no se castiga la conversión a otros credos como el budismo, el jainismo o el sijismo.
En este momento preocupa de manera particular la Ley de Protección de la Libertad Religiosa que va a poner en marcha el estado Karnataka donde los cristianos representan alrededor del 1,87 % de sus más de 68 millones de habitantes. Esta nueva ley anticonversión prevé que los «delitos» de conversión no tengan fianza y se castiguen con penas de hasta diez años de prisión y multa de 50.000 rupias, unos 664 dólares, cantidad imposible de afrontar si tenemos en cuenta que estas leyes se ceban con las clases sociales más pobres.
En este estado ya se han registrado preocupantes episodios contra los cristianos. A principios de este mes, un grupo de radicales destruyó con excavadoras el centro de la Santa Cruz de San Antonio, cerca de la ciudad de Mangalore. Las instalaciones fueron construidas hace 40 años y ofrecían servicios de guardería y ayuda de todo tipo para las familias más desfavorecidas de la zona. La semana pasada, en el pequeño pueblo de Gokunte, fue demolida una estatua de Cristo construida hace 18 años. Todo el pueblo, de unos 600 habitantes, hizo una colecta para poder comprar la figura y emplazarla en un terreno que el gobierno regional había cedido a la comunidad. El 15 de febrero, un dispositivo de 400 policías procedió retirar la imagen. El gobierno regional, a instancias de un diputado del BJP, argumentó que ese terreno solo podía usarse como pasto para los animales. Los líderes cristianos locales aseguran que la estatua ha sido destruida ilegalmente porque el litigio con la administración pública para parar la demolición seguía pendiente en los tribunales.