A los cristianos es más «lo que nos une» que lo «que nos separa» - Alfa y Omega

A los cristianos es más «lo que nos une» que lo «que nos separa»

De cara a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, varias comunidades no católicas nos abren las puertas de sus templos. La cita durará ocho días y arrancará el sábado 18 en la catedral del Redentor

Rodrigo Moreno Quicios
Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal, en una celebración en la catedral del Redentor
Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal, en una celebración en la catedral del Redentor. Foto cedida por Carlos López Lozano.

«Hay un porcentaje demasiado elevado de lo que nos une como para fijarnos en ese pequeño porcentaje que nos separa». Es la opinión que nos confía José Jurje, sacerdote ortodoxo rumano, en uno de los bancos de la catedral que su confesión tiene en el madrileño barrio de Cuatro Vientos. «Todos somos cristianos y lo importante es lo que hay en nuestros corazones. De nada sirve ser católico, ortodoxo o protestante si estás haciendo mal a tu prójimo». Tras presidir el rezo de vísperas para una treintena de fieles de su comunidad —nos advierte de que la asistencia los domingos se multiplica por diez— vaticina que la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (SOUC) que arranca el sábado 18 será una cita en la que «se resume todo lo que un creyente debe llevar a cabo». El clérigo, de 31 años y que descubrió su vocación ya en nuestro país, donde ha pasado media vida, insiste en que «independientemente de las diferencias que queramos rebuscar, nuestro horizonte debe ser cumplir lo que nos pide el Señor».

La suya —con 600.000 fieles sobre el papel, aunque menos practicantes— será una de las Iglesias que participarán en las distintas citas de la semana en la archidiócesis de Madrid. Así, el delegado ecuménico de la Iglesia ortodoxa de Rumanía para España y Portugal, Ioan Ciprian Farcas, predicará el día 22 en la iglesia de Saint George que los anglicanos de habla inglesa tienen en Núñez de Balboa. Es una de las particularidades de estos ocho días de oración: representantes de unas confesiones suben al púlpito en los templos de otras para reflexionar juntos sobre el Evangelio.

Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE), que es parte de la Comunión Anglicana, nos cuenta desde la catedral del Redentor que «en los últimos 15 años hemos mantenido la tradición de iniciar esta semana en nuestra catedral o en la Almudena y terminar en la otra». Este 2025 será su templo el que acoja la apertura de la semana. López Lozano guiará la oración del jueves 23 en el Seminario Conciliar de Madrid. «Nuestra Iglesia es pionera en el ecumenismo y cuando se aprobaron los decretos sobre este tema en el Concilio Vaticano II, en España fuimos los primeros en comenzar los diálogos con la Iglesia católica», reivindica.

Esta comunidad también realiza una labor social. Su obispo destaca que se reparten ocho toneladas de alimentos a unas 400 familias todas las semanas y que desde hace doce años impulsan la reinserción de personas con adicciones, pues el movimiento de Alcohólicos Anónimos tiene su origen en los anglicanos estadounidenses. Ahora, en Madrid, 300 personas se reúnen para recuperarse en las dependencias de su catedral.

«Un lenguaje común de la fe»

«Esta semana es especialmente importante porque se centra en el aniversario del Concilio de Nicea y el credo, es una oportunidad para reflexionar sobre lo que significa», subraya Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal. No es el único que lo ve así 1.700 años después de la celebración de esta reunión histórica y de la redacción de este texto que comparten de manera íntegra cristianos de muchas confesiones.

De cara a la próxima Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, la Subcomisión para Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española ha publicado también un mensaje en el que los obispos destacan la necesidad de recuperar hoy, como ya sucedió en el año 325, un «lenguaje común de la fe, sin el que será muy difícil salvar la unidad de fe de las Iglesias». Los prelados españoles consideran asimismo que es imprescindible una «mejor comprensión y explicación catequética» del texto y celebran que el Consejo Ecuménico de las Iglesias y la propia Iglesia católica caminan hacia ello.

También nos atiende Esther Ruiz, pastora de la Iglesia Evangélica Española (IEE), fundada en 1869 y que une diferentes denominaciones. Cuenta con unos 3.000 miembros en España y cerca de 30 lugares de culto. «Yo me considero ecuménica porque el que dio más pasos para serlo fue Jesucristo, que no tenía diferencias con los samaritanos», sentencia. Y recuerda que «todos partimos de una misma raíz: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Aunque salgan muchas ramas, hay un mismo tronco». Ruiz nos explica que, como su Iglesia ha decidido que las mujeres sí pueden ocupar ministerios ordenados, de cara a esta semana piden todos los años que sea una mujer la que predique en su iglesia, la del Salvador. En esta ocasión, será la teóloga católica Silvia Martínez Cano. Y detalla que una de las labores que acomete su comunidad es la asesoría a trabajadoras del hogar de origen migrante que puedan sufrir explotación. «Todos los jueves me reúno con unas 20 y, por ejemplo, un abogado les explica los cambios en el reglamento de la ley de extranjería». También ofrecen cursos de peluquería, costura o geriatría muy útiles aquí o si vuelven a sus países «porque vienen de Europa». Según el pastor Alfredo Abad, presidente de la IEE, quien predicará el día 24 en la catedral de San Andrés y San Demetrio del Patriarcado ecuménico de Constantinopla tiene en Chamartín, esta SOUC «nos permite dar testimonio de unidad en un mundo muy fragmentado». «Para mí simboliza la universalidad de los cristianos».

Finalmente visitamos el Centro Ecuménico Julián García Hernando, en el barrio de Ciudad Lineal. Allí, las Misioneras de la Unidad, laicas consagradas católicas, aseguran que «hemos nacido exclusivamente para la unidad de los hijos de Dios». Según María José Delgado, su superiora general, tienen como misión «estar en contacto constantemente con ortodoxos y protestantes» para asegurarse de que «toda familia que no sea católica pero sí creyente» se convierta también en la suya. Desde este edificio en honor a un sacerdote vallisoletano pionero en el diálogo interconfesional, «todos los martes ofrecemos una formación ecuménica» ininterrumpida desde 1974 de la que el delegado de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de Madrid, Aitor de la Morena, es director académico. «Lo hemos abierto también al online porque en Latinoamérica hace mucha falta», añade Sandra Castrillón, colombiana. Y todos los domingos ceden su espacio para que la Iglesia evangélica de habla inglesa realice allí sus celebraciones. «Es una forma de promover la integración entre todos de forma tangible y con hechos concretos», concluye.