Congreso Nacional de Pastoral Juvenil, en Valencia. La clave es acompañar al encuentro con Cristo - Alfa y Omega

Congreso Nacional de Pastoral Juvenil, en Valencia. La clave es acompañar al encuentro con Cristo

La JMJ de Madrid cambió la vida de muchos jóvenes y supuso un gran impulso para la pastoral juvenil en España. Dos mil personas se reúnen desde hoy y hasta el domingo en Valencia para asimilar lo aprendido en esos días y para marcar nuevas pautas para la evangelización de los jóvenes. Les mueve la convicción de que la clave para que los jóvenes conozcan y amen a Cristo y a su Iglesia es posibilitar experiencias directas

María Martínez López
La Cruz de los jóvenes llega a la catedral de Valencia, en febrero de 2011.

Después de confirmarse, Joaquín, de Teruel, estuvo un par de años en los que su única práctica religiosa era ir a Misa los domingos. Gracias a su hermana, se involucró en la Pastoral Juvenil, justo cuando se empezaba a preparar la JMJ. Toda la diócesis se movilizó, tanto para animar a la gente a ir a Madrid, como para acoger a peregrinos de otros países en los días previos. Organizaron charlas, visitas a los institutos, cenas solidarias, y los 20/20/20: «Los días 20 de cada mes, a las 20 horas, teníamos 20 minutos de oración con el obispo».

El remate fue acoger, durante los Días en las Diócesis, a 50 jóvenes de Paraguay, Argentina, India y Gabón. «Ya estábamos preparados para ir a la JMJ, pero convivir con ellos fue lo que más nos animó». El consiliario de la Delegación de Juventud, don Francisco Lázaro, cuenta ilusionado que «aquí, antes, no había nada; y a la Jornada conseguimos mandar nada menos que a 60 jóvenes».

Para Joaquín, tras la JMJ, «Jesús ha pasado de estar en un segundo plano a estar presente en mi día a día». El cambio se ha notado también en la diócesis. «Muchos chicos que se habían confirmado hace años se han reenganchado —explica don Francisco—. Han surgido grupos parroquiales», y también varios talleres —solidaridad, música, deporte…— dirigidos por los mismos jóvenes.

Una cita para exprimir la JMJ

Han conseguido mucho, pero no es suficiente. «La gran mayoría de nuestros amigos —lamenta Joaquín— no son creyentes, aunque algunos han empezado a venir a las reuniones. Queremos que los jóvenes no tengan miedo de ser cristianos, porque es una belleza». Para lograrlo, un grupo de su Delegación estará este puente entre las 2.000 personas que participan en el Congreso Nacional de Pastoral Juvenil de Valencia. Allí, podrán conocer, e incluso vivir en primera persona, distintas experiencias que, tal vez, les ayuden en sus parroquias.

«Nuestro principal aliado, el corazón del hombre»

«No veo coherencia en la Iglesia»; «Esperé a que Dios me hablara, y no hubo respuesta»; «Dios no es más que una palabra»… Son algunas de las respuestas sobre la fe y la Iglesia de un grupo de jóvenes, elegidos al azar en distintas ciudades de España. Así se muestran en el vídeo que ha preparado para el Congreso de Valencia la productora Infinito+1, bajo la realización de Ricardo del Pozo. Don Juan Manuel Cotelo, director de la productora, explica que «hemos huido de un planteamiento muy simple y entusiasta. Queríamos conocer qué percepción tienen los jóvenes sobre Dios y sobre la fe. No es sólo que haya muchas personas sin interés, sino que eso tiene unas causas: la ignorancia de Dios, o bien heridas reales».

Sin embargo, los mismos jóvenes del vídeo terminan reconociendo: «Sé perfectamente que voy a volver a la Iglesia. Quiero que mis hijos nazcan ahí»; o «Si la fe me llega a los 50, la abrazaré con todas las ganas del mundo. Estaría bien». Don Juan Manuel está convencido de que «nuestro mejor aliado es el corazón del hombre», en el que «Dios ha puesto la semilla de Su amor, y el deseo de verdad, bondad y belleza». Para conseguir cambios de actitud como éstos, incluso delante de una cámara, asegura que no tienen ningún secreto: «Todo se reduce a saber escuchar», y estar dispuesto, además, a aprender. «Si dejas que abran el corazón y les dices abiertamente que quieres hablar de Dios, están deseándolo».

Ante las críticas, sugiere poner la otra mejilla, preguntando, como Jesús: «¿Por qué me pegas? ¿Por qué dices eso? Sólo el poder contarlo, muchas veces, ya es curativo. Si hay algo en lo que el otro tiene razón, debemos reconocerlo y pedirle perdón, como parte de la Iglesia que somos». Después, viene «darles la opción de probarlo: No te puedo demostrar que ese trozo de pan es Dios, pero ponte delante. Luego me cuentas».

Los organizadores del Congreso comparten la misma inquietud que cualquier catequista: «Queremos mejorar en nuestro trabajo —explica monseñor José Ignacio Munilla, uno de los responsables del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española—; aprender cómo evangelizar mejor a los jóvenes». La idea de organizar el Congreso llevaba tiempo en el tintero, y la JMJ abrió nuevos horizontes, al mostrar «cómo Cristo puede ser explicado a los jóvenes. Ahora, esperamos que el Congreso sedimente las grandes intuiciones de la Jornada, y nos ayude a marcar pautas» para seguir trabajando.

Conocer a Cristo es amarle

El obispo es consciente de que, en los últimos años, el nivel de increencia entre los jóvenes ha aumentado, y la evangelización es cada vez más urgente. Pero también hay motivos para la esperanza: «La opinión de los jóvenes sobre la Iglesia es más negativa cuando no han tenido experiencias concretas» de ella, y mejora si el contacto ha sido más cercano. «Es imposible conocer a Cristo y no amarle», y lo mismo ocurre con la Iglesia.

La clave: acompañar a los jóvenes hacia el encuentro con Cristo está muy presente en el programa del Congreso; sobre todo, en las actividades de evangelización en la calle, el sábado por la noche. De la mano de jóvenes que ya realizan estas actividades en distintos lugares, unos 200 congresistas entablarán diálogo con otros jóvenes, para transmitirles el amor de Dios e invitarles a entrar en los templos, donde Jesús Eucaristía les esperará, y el resto de los congresistas estarán rezando por ellos.

Experiencias para enriquecerse

El principal objetivo del Congreso es, según monseñor Munilla, hacer posible «el enriquecimiento mutuo, ver qué métodos y experiencias» han funcionado. En los talleres, se presentarán 40 iniciativas de evangelización —primer anuncio o catequesis— con jóvenes. Este edificio se construirá sobre la base de las tres ponencias principales: monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Valencia, hablará sobre el primer anuncio; monseñor Munilla, sobre La evangelización de los jóvenes ante la «emergencia afectiva»; y el cardenal Stanislaw Rylko, Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, sobre La evangelización de los jóvenes ante la «emergencia educativa».

Monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Valencia: «La prioridad la tiene la gracia; pero también hay que aprender»

Para ti la vida es Cristo es el significativo título que monseñor Carlos Osoro ha escogido para su conferencia sobre el primer anuncio de la fe. Con ella, abrirá el Congreso Nacional de Pastoral Juvenil, como su anfitrión y Presidente de la Comisión episcopal de Apostolado Seglar, dentro de la que trabaja el Departamento de Juventud.

¿Qué importancia tiene la pastoral con jóvenes dentro del apostolado seglar, en este contexto de nueva evangelización? ¿Y el primer anuncio dentro de ella?
La pastoral con jóvenes es prioritaria y fundamental. Los datos que tenemos, de que el 50 % de los jóvenes no cree en Dios, nos impulsan a asumir con decisión, fuerza y audacia la nueva evangelización para la transmisión de la fe. La importancia del primer anuncio es evidente. En la nueva evangelización, por supuesto, la prioridad la tiene la gracia; pero también habrá que aprender cómo hacer posible el nacer a la fe (primer anuncio) y el crecer en la fe (catequesis).

¿Qué puede aportar a la pastoral juvenil en España el binomio JMJ-Congreso de Pastoral Juvenil?
Una riqueza especial llena de fuego, amor y esperanza; dada por el encuentro de la JMJ en sí mismo, y también por la luz que nos vino de las palabras del Santo Padre. Ciertamente, en la pastoral juvenil, después de la JMJ, hay un antes y un después. El Congreso quiere preparar el después, a la luz de la JMJ.

El Congreso se va a celebrar en la catedral de Valencia y en otras iglesias de los alrededores, con algunas actividades abiertas. ¿Qué fruto espera que deje en la diócesis?
Por una parte, hemos querido que los espacios ayuden a vivir más y mejor lo que se pretende que sea el Congreso: tiempo de reflexión sobre los aspectos fundamentales, de compartir experiencias nuevas y de ponernos al alcance de la gracia en las celebraciones, adoración y oración. También hemos querido participar de la situación en la que vivimos, haciéndolo con el máximo ahorro, en espacios que fuesen gratuitos. El fruto será para toda la Iglesia que camina en España. Es verdad que Valencia acoge y pone a disposición del Congreso lo que tenemos, y seguro que el Señor nos regalará frutos abundantes para los jóvenes de esta archidiócesis y para quienes trabajan con ellos.

Participarán diócesis, movimientos y congregaciones. ¿Se ha logrado una mayor comunión en los últimos años?
La comunión nunca ha estado rota. Pero sí es cierto que, a veces, vivíamos con una comunicación deficiente. Hoy esto está cambiando, y hay por parte de todos deseos de avanzar más y más. El Congreso puede ser un tiempo en el que todos hagamos llegar a los jóvenes este mensaje: que estén «siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere» (1 Pe 3, 15).