Condenados a hacer el Camino de Santiago
Samuel fue condenado a hacer el Camino de Santiago, donde la jueza Reyes Martel esperaba que se impregnara de los valores del espíritu jacobeo. El joven logró llegar a la meta, hoy es guía profesional y será voluntario en la cuarta edición del Camino de los Valores
En su día, Samuel fue condenado por Reyes Martel, magistrada del Juzgado de Menores número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, a impregnarse del espíritu jacobeo. El joven debía completar durante un fin de semana los 45 kilómetros que separan la iglesia de Santiago de Tunte de la de Santiago de los Caballeros en Gáldar, los dos únicos templos jacobeos situados fuera del territorio peninsular y que gozan de los mismos privilegios jubilares que Santiago de Compostela desde una bula papal de Pablo VI en 1965.
Esta peculiar condena no lo es tanto en el ámbito de los juzgados de menores, cuyos magistrados deben acompañar cada una de sus sentencias con un Programa de Intervención Educativo (PIE). «Los menores son personas que tienen que completar su formación y, por eso, cada orden que dictamos incluye un PIE que está en relación con todo aquello que ha fallado y que ha llevado al menor a la situación límite de cometer una infracción penal», explica la jueza.
En el caso de Samuel —y de otros 19 chicos—, el PIE le llevó hasta el Camino de Santiago, que según Martel «representa el camino de la propia vida. Hay momentos de frustración, de alegría, de esfuerzo, de cansancio, de satisfacción», pero, sobre todo, «en la ruta jacobea encontramos valores como el sacrificio, la cooperación, o luchar por una meta…». Justo lo que necesita Samuel.
Sin embargo, «al principio, no había forma humana de que diera un paso», pero finalmente logró completar el recorrido acompañado de la propia jueza y de la asociación UP2U, creada por la magistrada en su afán por explorar nuevos recursos que permitan a estos jóvenes salir adelante. El objetivo es ofrecer una «ayuda integral que permita a todos los menores con problemas de conducta, o en riesgo de exclusión, integrarse de pleno en la sociedad».
Caminando contra el Covid
Samuel consiguió llegar a la meta y también «encauzar su vida», y «hoy es guía profesional», asegura la jueza. De hecho, el joven actuará como voluntario en la cuarta edición de esta particular peregrinación, a la que han bautizado como el Camino de los Valores y que se desarrollará por grupos en cuatro fines de semana a partir del 21 de noviembre.
El lema de este año es Camino contra el Covid y una de las «actividades que queremos hacer» durante la caminata «son unos grafitis en unos grandes paneles. Se los vamos a dedicar a los colectivos más afectados por esta pandemia: a los mayores de las residencias, a los sanitarias, a las familias en situación de vulnerabilidad…».