Así se vivió el día de Reyes en un país de mayoría musulmana
Cuatro chicas musulmanas acudieron a la basílica de Nuestra Señora de África, de Argel (Argelia), para cantar en Misa, asegura el misionero José María Cantal, quien ese día repartió «tarjetas de felicitación en las escuelas del barrio, en la alcaldía y en la mezquita» con el objetivo de «anunciar a todos la paz»
José María Cantal, religioso de la Sociedad de los Misioneros de África (Padres blancos), es desde 2005 encargado de la basílica de Nuestra Señora de África, en Argel (Argelia). Un país de mayoría musulmana donde, sin embargo, se vivió un día de Reyes muy especial.
«Hoy ha venido un campesino, que además creo que era pastor, y nos ha traído tres olivos para la paz», explica el misionero, oriundo de Granada, en un texto remitido a Alfa y Omega. Pero este no es el único signo de fraternidad que se vivió en la tierra en la que en otro tiempo fueron martirizados los monjes de Tibhirine. También «han venido unos americanos y un senegalés, que buscaban la iglesia para rezar». E incluso «han venido cuatro chicas musulmanas que han cantado en Misa», asegura.
Hay, además, otros detalles cotidianos que hablan de la significativa presencia de los padres blancos en el lugar. «Hoy me ha llamado el jefe de la compañía eléctrica para desearme paz y salud» y «me han fiado en la tienda del barrio al comprar queso y pan». Por su parte, Cantal ha repartido «tarjetas de felicitación en las escuelas del barrio, en la alcaldía y en la mezquita» con el objetivo de «anunciar a todos la paz». «Hoy es día de reyes en Argel», concluye el misionero.
Diálogo interreligioso
Todo ello, sumado al hecho de que la basílica de Nuestra Señora de África atrae principalmente a musulmanes —de los 80.000 visitantes al año que reciben, el 95 % practican el islam—, hacen del diálogo interreligioso la labor principal de José María en Argel. Pero no se trata de nada oficial. «Aquí el diálogo es cotidiano. Vas a comprar al mercado y por mucho árabe que sepas, te preguntan de dónde eres y qué haces. “Soy cura”. “Anda, pues mi madre estudió con las monjas”, te suelta uno. Otro te quiere convencer de su religión y un tercero te pide que le hables de la tuya», explicaba el religioso granadino hace un año a este periódico.