Universidad Pontificia Comillas: «La reforma del Papa no es ni postureo ni ruptura»
La Facultad de Teología de Comillas organiza una jornada sobre Praedicate Evangelium. «No tenemos que tener miedo a utilizarla palabra reforma», dijo el profesor Miguel Campo
«Hay una pregunta que hace años recorre el pontificado de Francisco como una duda: si la tan traída reforma de la Curia es algo relativo simplemente a su estilo personal o si de verdad tiene una transformación institucional», dijo este martes Pedro Castelao, vicedecano de Teología de Comillas, en una jornada sobre la constitución apostólica Praedicate Evangelium.
«Hay quienes decían que no había tal reforma; otros decían que lo que hacía era una traición a la tradición evangélica, una ruptura con los pontificados anteriores», añadió, pero «entre estos dos extremos se sitúa ahora Praedicate Evangelium. Esta reforma del Papa no es ni postureo ni ruptura, sino la puesta en práctica del mandato explícito de las congregaciones generales del último cónclave, donde se perfiló el futuro de la Iglesia».
Castelao ofreció varias claves sobre la nueva constitución, como «la preeminencia de la misión sobre la autorreferencialidad», o el hecho de que «se termina con el excesivo centralismo de la Curia romana en el Gobierno de la Iglesia universal, dando más valor a las Iglesias locales».
Junto a ello, Praedicate Evangelium «pone el énfasis en la sinodalidad, en una estructura interna opuesta a una dimensión vertical, en crear ámbitos de comunión sin imposiciones de arriba abajo como si fuera la Iglesia un ordeno y mando».
Por su parte, José Manuel Aparicio, profesor de Moral de Comillas, explicó que el pontificado del Papa «no está para nada sujeto a la improvisación. No se puede leer desde la espontaneidad», porque la reforma de la Curia «en realidad ya había empezado» con la reorganización de algunos dicasterios, «aglutinando oficinas previas», que es uno de los elementos de Praedicate Evangelium.
Esta tendencia «se ve ya en la reestructuración de las conferencias episcopales», incluida la CEE. Y más allá, «Pablo VI ya elaboró una reforma que se percibe en la organización actual de algunas delegaciones diocesanas».
«¿Es necesaria tanta estructura? La buena política consiste en hacer las estructuras lo más eficientes posible», se preguntó Aparicio, quien situó el nuevo documento en la línea de Fratelli tutti, pues «habilita espacios para que el pueblo pueda expresarse más espontáneamente en sus claves propias, en procesos como el actual sobre la sinodalidad».
Para Miguel Campo, profesor de Derecho Canónico de Comillas, «tendremos que hablar mucho tiempo de esta ley, porque no es un mero documento, sino que tiene un rango constitucional». La ley que regula el funcionamiento de la Curia romana «es como una ley orgánica en nuestro ordenamiento jurídico español».
«Estamos en un proceso de sinodalidad y de reforma de la Iglesia –añadió–, y estos cambios no se pueden quedar en papel mojado. El Papa está traduciendo al lenguaje jurídico este impulso que vive la Iglesia».
«No tenemos que tener miedo a utilizarla palabra reforma», dijo Campo, que en este sentido se refirió a «la potenciación de las conferencias episcopales» que traerá Praedicate Evangelium. Además, «están ocurriendo cambios operativos, como una sana descentralización y una mayor corresponsabilidad» en el seno de las comunidades eclesiales.
«La conferencias episcopales irán entrando poco a poco en esta lógica y las iglesias locales irán también alineándose con lo que se haga en las conferencias episcopales. Es un horizonte que está ya delineado y que se irá incorporando poco a poco», dijo el profesor Aparicio sobre la repercusión de la nueva constitución apostólica en nuestro país. Pero para ello «es necesaria una mayor formación de los laicos y una mayor porosidad para el diálogo en el seno de las diócesis».
«En este sentido, las diócesis, no solo en España, reproducen esquemas curiales que en el fondo, a menor escala, suelen regirse por una dinámica de centralización en torno al obispo, con personas afines que ejercen cargos relevantes en los obispados», añadió Pedro Castelao. Por eso, para traducir Praedicate Evangelium «tenemos que invertir esta dinámica eclesial para hacer de las periferias el centro, y que el centro sea un centro de coordinación y de irradiación de misión. Y esto se puede hacer no solo en las diócesis y también en cada parroquia».