Comienza Volunfair: Acercarse a las personas con discapacidad «reorganiza tu escala de valores»
Más de 60 entidades solidarias presentan sus proyectos a jóvenes «ilusionados con causas sociales»
«Hay muchos universitarios comprometidos con la realidad social en la que viven, que buscan hacer más por ella pero no encuentran el cómo o el dónde». Para dar respuesta a estas dos preguntas tiene lugar cada año la feria de voluntariado Volunfair, que da comienzo este martes en Madrid en su décima edición.
En esta ocasión, serán más de 60 entidades solidarias de todo tipo las que presentarán sus proyectos a los jóvenes que tienen vocación de darse a los demás. El objetivo es «ilusionarlos a la hora de comprometerse con causas sociales y ponerlos en contacto directo con las entidades solidarias y sus proyectos, para informarse acerca de las labores que realizan», dice la organización. Junto a ello, habrá intervenciones de referentes como el seleccionador nacional de fútbol, Luis de la Fuente y otras personas con diversas historias de superación como Mariana de Ugarte, Lola Sánchez o Pablo Delgado de la Serna.
En este sentido, Lola Sánchez es la mujer detrás de la cuenta @abrazandoelplanb. Madre de cinco hijos, dos de ellos con síndrome de Down, afirma que entrar en contacto con personas con discapacidad —una de las numerosas áreas del voluntariado— «es una bendición» y que, «si tienes la posibilidad, acércate a ellas porque vas a recibir más de lo que puedas dar».
¿Qué es lo que puede recibir un joven que quiera ser voluntario en este campo? Lola responde que, «en mi experiencia, lo primero que viví fue una reorganización de mi escala de valores». Así, «mis hijos me están enseñando a relativizar las cosas, cuando hoy en el mundo nos atascamos en historias que nos hacen sufrir y que en realidad no son tan importantes».
Cuando uno entra en contacto con personas con discapacidad, «en primer lugar comienzas a valorar lo que tienes», ya que «muchas veces vives demasiado pendiente de tus derechos y de tus necesidades». Por ejemplo, «valoras que puedes hacer algo tan sencillo como tragar, que es una de las cosas que no puede hacer mi hija». Por eso, «no podemos vivir nuestra vida como víctimas», asegura.
Sánchez también cuenta que «mis hijos me enseñan cada día que se puede disfrutar con lo que tienes en este momento concreto», y que «muchas necesidades que consideramos indispensables nos las creamos nosotros mismos». Eso lleva a «vivir valorando infinitamente, no deseando ilimitadamente», concluye.