Cómico: El Brujo veterano convoca la risa como la ligereza de la vida - Alfa y Omega

Rafael Álvarez, El Brujo, único actor de su representación en Cómico. Un charlatán, un contador de historias que entremezcla lo más actual, sus recuerdos de infancia en Lucena y la crítica satírica, con la literatura del Siglo de Oro español, los místicos y los clásicos. Quevedo, santa Teresa de Jesús, Darío Fo, Alberti, san Francisco de Asís, el Evangelio de San Juan, el mal uso del lenguaje actual, su experiencia en el amor, el IVA cultural, el sexo, los políticos, los sobornos… Magnífica manera de hacer estallar la ligereza de la risa como respiro del alma aun en medio de lo trágico, de lo negro.

Este veterano actor, que nos hace disfrutar con su expresión corporal, el talento de su voz y de su palabra, que captura en su humanidad, afirma que el humor es algo que está en la cabeza del espectador y se acaba compartiendo. El arte de la comedia y del humor se transita desde los clásicos y desde los místicos.

En los últimos tres meses Rafael Álvarez, El Brujo, ha estrenado La Odisea y Mujeres de Shakespeare, producciones que siguen en cartel por toda España. Pero todos los lunes se asoma al escenario del Teatro Cofidis a palo seco, sin escenografía ni apoyo musicales, con una iluminación rala. Es un Brujo en su salsa, convertido en el fondo y la forma de un espectáculo que él define como un proyecto del que tal vez logre extraer una función si el público se involucra. Un espectáculo como los de antes, con un único actor: ahí queda eso, y ahí está todo el peso de la interpretación. Y el público entra, y comparte la risa, y se hace cómplice de su juego.

Esencia de Brujo, que atrapa en su humor y en el derroche de su interpretación. Él mismo ha dicho: «Este espectáculo es el almagre de mis últimos diez años de teatro». Pero ¿qué es el almagre? Dice Darío Fo: Almagre es el término que emplean los pintores cuando, directamente sobre el muro seco, antes de enrasar, dibujan el proyecto del fresco. Únicamente el dibujo… Bueno pues yo también estoy haciendo lo mismo pero al revés. Una labor de destilado. Quito la amalgama de colores y lo que queda es: ¡Cómico! Una esencia. Cada día puede variar la forma exterior, en función de una anécdota, una noticia de actualidad, una manera especial de estar ahí y de sentirse el público… pero siempre es Cómico. Cómico destilado, cómico esencial. Espero compartir esos momentos con un público que sé que ya me conoce y lo que espera de mí: gozar. Cómico es la entrega que un cómico hace de sí mismo. Espero, pues, yo también gozar. El humor está en la resonancia del espectador.

Cómico

★★★☆☆

Teatro:

Teatro Cofidis

Dirección:

Calle Alcalá, 20

Metro:

Sevilla

ESPECTÁCULO FINALIZADO