Las series «pueden influir en el imaginario global común, pero no lo configuran totalmente»
En muchas series «hay elementos de sentido común de los que todos podemos beber», asegura Alberto Nahum, autor de Series contra cultura, en un coloquio organizado por la Universidad Villanueva
¿Qué ideas hay detrás de las series de mayor éxito? es el título del coloquio organizado por el Aula de Cultura Universidad Villanueva este martes, en el que se presentó el libro Series contra cultura. Su autor, Alberto Nahum, es profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra y autor del blog Diamantes en serie.
«Las series de ficción nos enganchan mucho. Siempre hay grandes series que ver», constató Nahum en un coloquio moderado por el profesor de Villanueva Álvaro Lucas. «Siempre hay una serie para ti, y la guerra del streaming nos da muchas posibilidades. Hay tantas opciones que a veces nos podemos sentir abrumados», añadió.
En esta amplia oferta de plataformas, temporadas y capítulos, «siempre subyace una idea del hombre, de la política, del amor, del bien y del mal, e incluso de la trascendencia», dijo Alberto Nahum, quien puso como ejemplo Stranger things, «donde el protagonista de fondo es el heroísmo», o Fargo, donde «hay una interesante lucha entre el bien y el mal y una presencia interesante de la necesidad de la comunidad», o incluso la controvertida Juego de tronos, «en la que de fondo está el conflicto ético».
En este sentido, a la hora de interpretar las ficciones, Nahum abogó por la posibilidad de «pagar una serie de peajes en cuestiones que nos puedan molestar, como la sexualidad o la violencia, para luego poder acceder a propuestas muy interesantes sobre temas de fondo», en un diálogo «con quien piensa de modo diferente».
Para el profesor de la UNAV, «es cierto que el mainstream no es precisamente humanista, sino misántropo, y no es liberal sino más bien tendente a la izquierda más pura». Sin embargo, hay ficciones «muy brutas que transmiten por ejemplo que la vida en familia es difícil pero merece la pena». Por este motivo, en muchas series «hay elementos de sentido común de los que todos podemos beber», y aunque «nos moleste ver determinadas cosas podemos hacer un esfuerzo por cruzar a la otra orilla y ver qué hay de bueno en el otro lado».
Nahum invitó entonces a la «rebelión» ante los moralismos para poder llegar a una experiencia «no solo narrativa o de mero entretenimiento, sino también moral que nos puede enriquecer», algo que «merece la pena».
Por ejemplo, Juego de tronos es una serie «muy bruta», pero que «tienes que ver para saber qué cosas ven por ejemplo tus compañeros o tus alumnos. Para llegar a otras personas hay peajes que hay que pagar y es bueno hacerlo, porque lo que podemos ganar es mucho mayor». Aunque es verdad que todo tiene límites, sin duda», «debemos tener fe en el hombre y no caer en el maniqueísmo», insistió Nahum.
Del mismo modo, «ver series es solo una parte más de nuestra vida», por lo que «no es cierto del todo eso de “somos lo que vemos”. También somos lo que hablamos en las comidas o en las excursiones con nuestros hijos». Por eso «somos capaces de ver qué es lo que nos chirría y lo que no», dijo el profesor de la Universidad de Navarra; de ahí que las series «pueden influir en el imaginario global común, pero no lo configuran totalmente».
Alberto Nahum
Eunsa Ediciones
2021
296
19,90 €