Cobo invita a fijar la mirada en el Crucificado «para no apartar el rostro del pobre»
El Papa Francisco ha convocado la VII Jornada Mundial de los Pobres con el lema No apartes tu rostro del pobre, tomado del libro de Tobías
«No podemos olvidar que somos una Iglesia samaritana». Lo señalaba el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, durante la Eucaristía de inicio de su ministerio, y lo recuerda de nuevo en una carta a la archidiócesis con motivo de la VII Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el 19 de noviembre. En la misiva, fechada este lunes, 30 de octubre, el cardenal Cobo invita a celebrar, a instancias del Papa Francisco, una jornada que este 2023 lleva por lema No apartes tu rostro del pobre. «Los pobres son uno de nuestros más serios criterios de discernimiento», asegura el arzobispo de Madrid. Destaca que «lo que hagamos con ellos juzgará cada uno de nuestros pasos». Así, afirma rotundo, «sin ellos no hay camino».
Para aterrizar todas estas ideas, el cardenal Cobo propone que en este comienzo de curso «no nos preocupemos tanto de hacer y hacer cosas», sino más bien de «ponernos, serena y fraternalmente, a la escucha de la Palabra de Dios», que llevará «a la escucha de los más pobres» y a «ser para ellos la caricia de Dios». Así, el arzobispo anima a crear un espacio, la semana anterior al 19 de noviembre, para facilitar esta escucha de la Palabra, la oración común y la escucha también de las personas «que están en situación precaria». «Solo podemos darles el protagonismo que merecen —sostiene— si se lo hemos dado antes al Señor».
El día 18 de noviembre habrá un encuentro en el Seminario Conciliar de Madrid que comenzará con un «teatro participativo» en el que se trasladará «el dolor de las migraciones». Después se celebrará la Eucaristía y se finalizará con un ágape. «Tengo mucho interés en que se sientan convocadas especialmente las personas de las que tanto aprendemos a pesar de su vulnerabilidad», manifiesta en la misiva. Concluye pidiendo que «el Señor nos conceda fijar nuestra mirada en el Crucificado para no apartar el rostro del pobre».
Viaje de Tobit
El cardenal Cobo anima a los fieles de Madrid a leer y meditar el mensaje del Papa Francisco para esta jornada, que está basado en el libro de Tobías y en ese «testamento espiritual» que su padre, Tobit, le deja cuando parte hacia su viaje. Siguiendo el ejemplo de Tobit, que convida a su mesa, en la fiesta de Pentecostés, «a algún pobre que se acuerde de todo corazón del Señor», sería «muy significativo«, dice Francisco, que esta «preocupación de Tobit fuera también la nuestra»: «Invitar a compartir el almuerzo dominical después de haber compartido la mesa eucarística».
En el momento de la prueba, continúa el Pontífice, es cuando Tobit descubre su propia pobreza, y esto «lo hace capaz de reconocer a los pobres». En nuestro tiempo, sin embargo, no es fácil la atención hacia los más pobres. Y en esta realidad, «la parábola del buen samaritano no es un relato del pasado, interpela al presente de cada uno de nosotros». Pero no solo basta con «ofrecer dinero para que otros hagan caridad», que en sí «es un gesto generoso»; «la vocación de todo cristiano es implicarse en primera persona». «Es importante —añade en otro punto del mensaje— entrar en una relación personal con cada uno de ellos [los pobres]». Y no solo en las situaciones de pobreza estandarizadas, sino también en las nuevas, provocadas por las guerras, la especulación, el trato deshumano en el trabajo que lleva a la precariedad, el sufrimiento de los jóvenes…
Francisco concluye haciendo alusión a santa Teresa de Lisieux en el año en que se conmemora el 150 aniversario de su nacimiento: «Que la perseverancia del amor de santa Teresita pueda inspirar nuestros corazones en esta jornada mundial».