Cobo en el Corpus Christi: «El Señor nos hace distribuidores de su esperanza» - Alfa y Omega

Cobo en el Corpus Christi: «El Señor nos hace distribuidores de su esperanza»

En la Eucaristía de este domingo celebrada en la catedral de la Almudena, el cardenal ha señalado que hoy el Señor «continúa invitándonos a responsabilizarnos de tantas urgencias en los barrios, en las parroquias, en las comunidades de vecinos»

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Un momento de la celebración del Corpus Christi en la catedral de la Almudena este domingo
Un momento de la celebración del Corpus Christi en la catedral de la Almudena este domingo. Foto: Archimadrid / Ignacio Arregui.

Día «luminoso, una fiesta de inmensa alegría y agradecimiento» este domingo en la Iglesia universal, que celebra la solemnidad del Corpus Christi. La catedral de la Almudena ha acogido a más de un millar de fieles para, como decía el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, «celebrar juntos la presencia viva de Jesucristo entre nosotros».

«Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal», ha cantado la escolanía diocesana de la Almudena durante la procesión de entrada de la Misa solemne. El cardenal Cobo ha presidido la celebración, acompañado de los obispos auxiliares de Madrid Juan Antonio Martínez Camino, José Antonio Álvarez y Vicente Martín. Asimismo concelebraban los obispos Adolfo González Montes, emérito de Almería; José Luis del Palacio, emérito del Callao (Perú) -al que sucedió el entonces obispo Robert Prevost, actual Papa León XIV-, y Jesús Galeote, vicario apostólico de Camiri (Bolivia).

Junto a ellos, una veintena de sacerdotes, vicarios episcopales, cabildo catedral, y autoridades militares y civiles: diputados de la Asamblea de Madrid, concejales del Ayuntamiento de Madrid, embajadores y representantes diplomáticos. «Somos muchos; lo importante es que todos vamos a aprender a mirar al mismo punto, a Jesús que nos convoca», ha señalado el arzobispo de Madrid al comienzo de la ceremonia.

«Cristo se queda, y esto lo cambia todo»

En la homilía, el cardenal Cobo ha comenzado con palabras de consuelo y esperanza: «Cristo se queda, se queda entre nosotros, y eso lo cambia todo». «No nos abandona». La fiesta del Corpus, ha contado, se instauró en el siglo XIII. Un «misterio grande» expresado en la fe popular con cantos, flores, incienso que «nos ayuda a mirar con los ojos del corazón» para «aprender a adorar el Cuerpo de Cristo». Y cuando se adora, ha afirmado el cardenal Cobo, «no nos encerramos en nosotros mismos, sino que miramos fuera, anunciamos y salimos». La fiesta del Corpus Christi remite al Jueves Santo. «El Corpus no se entiende sin esa noche santa» en la que Jesús «adelanta su entrega que culmina en la cruz», y «estamos llamados a entregarnos como Él».

Portadores del amor de Jesús

Para ello, cuenta con sus discípulos. «Jesús ha querido que sean sus discípulos los que lleven esta esperanza a la multitud». «Y hoy, en este Corpus, continúa invitándonos a eso», a «responsabilizarnos de tantas urgencias» en los barrios, en las parroquias, en las comunidades de vecinos… «¿A quién nos envía el Señor, a cada uno y como Iglesia?», ha inquirido el cardenal Cobo.

Al igual que los discípulos, que fueron reacios a atender a la gente, «cuántas veces le decimos a Jesús “no podemos”». Pero Él recoge «esa insignificancia» de sus discípulos, los cinco panes y los dos peces, «y le basta» para transformar a aquellos primeros en «en servidores de aquel gentío hambriento». Así, «el Señor nos hace sus colaboradores; necesita, quiere nuestra solidaridad, nuestra fe y nos hace distribuidores de su compasión, de su esperanza, de su Cuerpo y de su presencia».

Al finalizar la Eucaristía, el Santísimo Cuerpo de Cristo ha sido llevado en procesión a la capilla de la Virgen, donde permanecerá expuesto para su adoración hasta la tarde de este domingo. En ese momento saldrá en procesión a las puertas de la catedral para rodear el templo y regresar por la entrada de la calle Bailén. Se suspende de esta manera la procesión tal y como estaba prevista ante la previsión de altas temperaturas y tormentas.