Cobo: «La reflexión teológica necesita de los demás»

Cobo: «Además de Dios, la reflexión teológica necesita de los demás»

El cardenal arzobispo de Madrid ha presidido los actos de la Universidad Eclesiástica San Dámaso por la festividad de santo Tomás de Aquino

Infomadrid
El cardenal Cobo durante la Eucaristía en San Francisco el Grande
El cardenal Cobo durante la Eucaristía en San Francisco el Grande. Foto: UESD.

«La santidad no está hecha de algunos actos heroicos o empresas intelectuales imposibles, sino de mucho amor cotidiano». Así ha empezado el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, la homilía en la Eucaristía que ha celebrado este viernes en la Real Basílica de San Francisco el Grande con motivo de los actos para la festividad de santo Tomás de Aquino.

Los actos empezaron en la Universidad Eclesiástica San Dámaso (UESD) con una ponencia del secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, Rodrigo Guerra López, y la entrega de las medallas de plata de la universidad.

El cardenal ha recordado, citando el Papa Francisco, que los santos «no provienen de un mundo paralelo», sino que «son creyentes que pertenecen al pueblo fiel de Dios, que están insertados en la cotidianidad». El camino de la santidad es un «camino sencillo, por el que tantos han transitado y que comienza […] con la escucha».

Entre ellos, santo Tomás de Aquino «nos dice que la santidad es posible, nos da pistas para escuchar la voz del Señor […] y nos ofrece la posibilidad de ponerla en diálogo con el momento y las circunstancias que nos toca vivir». Se trata de un santo universal que «nos hace una llamada explícita a la santidad»: «Vivió inflamado de Dios, que era la fuente de su saber y solo aspiraba a encontrar la verdad que le condujese a Él mediante el conocimiento y el estudio».

Teología y fraternidad

El «patrón y guía» de la universidad «fue auténticamente rompedor por su rigor, su clarividencia, su amplísima comprensión de la teología, su método, su capacidad de diálogo y de integración de saberes y, sobre todo, por su capacidad para armonizar y fecundar mutuamente fe y razón».

Guerra López durante su ponencia
Guerra López durante su ponencia. Foto: UESD.

Todos estos matices del Aquinate nos pueden ayudar, según Cobo, «a asumir hoy los retos nuevos desde el descubrimiento de la fuente principal. En definitiva, para responder hoy a la llamada fundamental del Señor a su Iglesia». Sin embargo, el cardenal ha señalado que «además de Dios, la reflexión teológica necesita de los demás, del diálogo y la escucha. No se trata de estar aislados o faltos de fraternidad, también en la investigación y en el estudio».

Abrir ojos y oídos

Volviendo su mirada al Evangelio del día, ha remarcado que «Jesús se pone delante de nosotros y es quien atraviesa la vida de la humanidad». Al curar a un sordomudo, no se limita a las palabras sino que «realiza una profusión de gestos: toca al enfermo los oídos y la lengua». Con este milagro, «nos redescubre su misión pidiendo que abramos el alma, los ojos y los oídos».

Un texto que puede ayudar en la tarea de cualquier docente universitario: «La universidad se inserta en esa misión especial de la que Jesús nos hace partícipes. No somos nosotros, es Él mismo quien nos pide que atravesemos la complejidad de nuestro mundo abriéndonos a los interrogantes que plantea, y desde el estilo y paso de Cristo».

Así, esta institución académica ha de ser «un espacio abierto de reflexión, de análisis, y también de propuestas para mejorar las dinámicas comunes y para ayudar a acoger esos cambios profundos desde los que nos jugamos el futuro», ha subrayado el arzobispo de Madrid. «Hemos de abrirnos a ser la voz de Cristo que abre labios y oídos a la verdad, no la nuestra, sino la del Padre».