Cobo a los colegios de Fomento: «Gracias por vuestro esfuerzo y lo que habéis dado»
Los colegios de Fomento cumplen 60 años y lo celebraron con una Misa en la catedral de la Almudena
En 1963, un grupo de familias, siguiendo las enseñanzas de san Josemaría Escrivá de Balaguer, comenzó un proyecto educativo en el que los valores del Evangelio fueran el centro de la educación. Nació así un primer colegio en Córdoba, el Ahlzahir, que abrió sus puertas con 108 alumnos. 60 años después, Fomento de Centros de Enseñanza cuenta con 35 colegios en once comunidades autónomas, 20 Kid’s Garden y la Universidad Villanueva en Madrid. Esta comunidad educativa está formada por más de 25.000 alumnas y alumnos, 3.000 profesionales y más de 90.000 exalumnos, hombres y mujeres que, por todo el mundo y en todas las profesiones, hacen realidad el proyecto educativo de Fomento.
Con motivo de este aniversario, y para dar las gracias por toda esta obra, la familia de Fomento se congregó en la catedral de la Almudena para celebrar con una Misa estas seis décadas de aventura educativa. Presidió la Eucaristía el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo. También estaban presentes el sacerdote Mariano Fazio, vicario auxiliar de la prelatura del Opus Dei; el vicario regional; y los vicarios de Madrid.
En su homilía, el cardenal repasó la historia de este proyecto que calificó como «novedoso porque lo impulsaban un grupo de familias y educadores que anhelaban que sus hijos recibieran en el colegio una educación católica y global tal y como vivían en sus familias».
Ayudar a que cada alumno escuche la voz de Dios
«Hoy por eso es un momento espléndido para dar gracias a Dios por ese milagro y por ese gran número de alumnos y alumnas que han pasado durante estos años por las aulas de Fomento. En muchos lugares y en todas las profesiones de algún modo siguen haciendo realidad lo que han aprendido en estos colegios», indicó el cardenal.
También habló sobre la tarea del educador. El cardenal insistió en que su primera labor es enseñar a cada familia y a cada alumno «que Dios le mira de una forma especial»: «La educación plena lleva a reconocer el paso de Dios en la vida de las personas. Sin Dios, la persona se cae, llega el miedo y la facilidad de manipulación. Descubrir que Dios nos mira es una de las tareas de toda la educación católica». Por eso, el cardenal Cobo en su homilía también recordó que «la educación sin vocación acaba siendo una administración más». «Seguid dando alma a lo que hacéis. Y el alma se llena cuando renovamos día a día nuestra vocación sintiéndonos abrazados por la Iglesia que nos anima y llena de contenido cuanto hacemos», les animó.
«No dejéis de ayudar a que cada alumno, a que cada familia, pueda escuchar a través vuestro ese “tú vales mucho, vales mucho más de lo que piensas”», les animó el arzobispo, quien concluyó su homilía con un «gracias por vuestro esfuerzo, por todo lo que repartís, por todo lo que habéis dado y todo lo que se da, especialmente, por aquello que no se ve y solo ve el Señor».