Coberturas más allá de las crisis y del discurso humanitario - Alfa y Omega

Coberturas más allá de las crisis y del discurso humanitario

Rodrigo Pinedo
Jiménez y Calaf en otra mesa. Foto: Rodrigo Pinedo.

«En agosto de 2020, un grupo de 68 personas durmió en el puerto [de Arguineguín]. Era la primera vez que pasaba. Lo que los periodistas locales no sabíamos es que en noviembre se iba a multiplicar. […] No sé si solos hubiéramos conseguido que se desmantelara tan rápido». Natalia G. Vargas, periodista de Canarias Ahora y eldiario.es, recordó así la cobertura que hicieron los medios de las llegadas de migrantes a Canarias hace un año, en el marco del IV Congreso de Periodismo de Migraciones de Mérida, organizado la semana pasada por la Fundación PorCausa.

Según resaltó, el periodismo local «es fundamental» porque es «el que se queda». Profesionales como ella tienen la doble batalla de «intentar mostrarle al mundo que en las islas se estaban dando vulneraciones de derechos sistemáticas que nadie estaba viendo» y, al mismo tiempo, hacer consciente al propio periódico de que «es necesario tener una mirada fija en las costas». La entrada de medios nacionales e internacionales es complementaria porque da visibilidad y «frescura», aseveró a su lado Ebbaba Hameida, de rtve.es, en una mesa en la que se volvieron a denunciar las trabas a su trabajo que muchas veces pone la Administración.

En esta línea, el investigador Gonzalo Fanjul incidió en que la «inmensa mayoría» de los migrantes son económicos, mientras que solo una parte son solicitantes de asilo y refugio y lo que se conoce como «flujos mixtos». Y lamentó que las coberturas de migraciones se identifiquen normalmente con «problemas» o crisis, en vez de con otros asuntos.

En el congreso se pudieron conocer de primera mano experiencias de periodismo hecho por y para migrantes, al tiempo que se apostó por darles voz en los medios tradicionales. Lucila Rodríguez-Alarcón, de PorCausa, abogó precisamente por abandonar cierto «discurso humanitario» que provoca que no se vea al migrante como «una persona como tú» y que «la empatía» se diluya, incluso generando «discursos antinmigratorios».