César García Magán: «Hay leyes que son un experimento sociológico» - Alfa y Omega

César García Magán: «Hay leyes que son un experimento sociológico»

El obispo auxiliar de Toledo fue elegido la pasada semana por mayoría absoluta como nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal Española para los próximos cinco años. En entrevista con Alfa y Omega subraya que su prioridad es la evangelización

Fran Otero
El nuevo secretario general de la CEE durante su comparecencia ante los medios
El nuevo secretario general de la CEE durante su comparecencia ante los medios. Foto: EFE / Luis Millán.

¿Cómo están siendo los primeros días como secretario general de la CEE?
Son días de aprendizaje, de escucha, de conocer la estructura de la casa y también de reflexión personal.

¿Tiene algún modelo que seguir como secretario general?
En la Iglesia somos una cadena de eslabones. Estamos en este nivel de la historia porque nos apoyamos en los hombros de generaciones anteriores. En mi despacho tengo en frente a los diez secretarios que me precedieron. Son modelos cualificados, cada uno en su contexto histórico y con una problemática religiosa y sociopolítica distinta.

¿La experiencia en el servicio diplomático de la Santa Sede es un plus?
Es un acerbo y una experiencia, porque invita a tener esperanza. Las relaciones internacionales son un trabajo movido por dicha esperanza, pues pocas veces se cosechan de inmediato los frutos que uno siembra. Estoy agradecido a la formación teórica y práctica que he recibido en las distintas nunciaturas. Es una escuela de trabajo exigente, donde se busca profesionalidad y que las cosas estén bien hechas, no por perfeccionismo, sino por responsabilidad.

¿Cómo prevé la relación con el Gobierno? Es una de sus tareas, en apoyo del presidente.
El diálogo está en marcha sobre temas concretos y hay otros que son susceptibles.

Nuevo protocolo frente a los abusos

Además de la elección del nuevo secretario general, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) abordó cuestiones importantes para la Iglesia en nuestro país. Entre ellas, la respuesta al drama de los abusos. De hecho, durante la reunión se aprobó «por mayoría cualificada» un protocolo marco de prevención y actuación en casos de abusos, que incorpora la justicia restaurativa y que se pondrá a disposición de todas las diócesis y congregaciones religiosas. La normativa aprobada por el Papa en los últimos años ya establece la necesidad de constituir un fondo para acompañar y atender a las víctimas.

Junto al protocolo, los obispos adoptaron unas líneas guía para los casos específicos de abusos sexuales contra menores. Ambos documentos han sido elaborados por el Servicio de Coordinación de las Oficinas de Protección de Menores. El protocolo define conceptos fundamentales, como el de abuso o víctima, y se ofrecen criterios para la prevención.

«La Iglesia continúa trabajando en la actualización de procedimientos. Se ha reflexionado sobre este tema y la actualización mira a las oficinas diocesanas para dar una respuesta en justicia y caridad, en perspectiva eclesial y evangélica, a las víctimas del pasado y con protocolos de prevención, formación de los agentes de pastoral…», dijo el nuevo secretario general de la CEE.

Entre otras cuestiones, suscribieron el documento Persona, familia y sociedad, el catecismo de adultos Buscad al Señor y las Orientaciones sobre los Ministerios Instituidos: Lector, Acólito y Catequista. También abordaron la próxima visita a los seminarios españoles encargada por el Papa a dos obispos uruguayos. García Magán recalcó públicamente que no tiene un sentido alarmista y que los obispos no están preocupados.

Dijo en su primera comparecencia que el Evangelio no es de izquierdas ni de derechas, y que en él cabe desde la defensa de la vida del no nacido hasta la de los migrantes. ¿Dónde habría que poner el foco?
Como dijo san Pablo VI, la Iglesia existe por y para la evangelización. Tenemos que poner el foco en que los hombres y las mujeres de hoy descubran en su vida a Jesucristo y su mensaje. Luego podremos hablar de dogmas, de moral, pero sin ese fundamento no se comprende por qué tenemos que defender la vida, por qué el matrimonio es la propuesta que la Iglesia hace desde el Evangelio o el modelo de familia. La evangelización tiene que ser hoy primer anuncio. Ya no estamos en el nivel de una sociedad cristiana que ha perdido la práctica y que necesita una catequización, sino de primer anuncio. Eso hacia fuera.

¿Y hacia dentro?
Es muy importante el tema de las pastoral de la familia y el vínculo entre familia y vida. Y los jóvenes, pues nos jugamos la transmisión de la fe a las futuras generaciones. También tenemos el reto de la presencia pública de la Iglesia. Presencia pública no quiere decir que sea un grupo de presión para los políticos. Tenemos todo el derecho de ciudadanía para estar en la plaza pública como lo que somos, sin tener que abdicar de nuestra condición de cristianos. Estamos en la plaza pública y anunciamos el Evangelio.

¿Le preocupa la legislación más ideológica del Gobierno: ley trans, ley del aborto, ley de familias…?
Claro que es preocupante. No se trata solo de leyes de carácter positivo, que regulen aspectos que pueden ser secundarios de la vida pública. Se trata de cuestiones fundamentales, de los modelos de familia y persona. Es un experimento un poco sociológico, de cambio de sociedad. Cuando se tocan cuestiones fundamentales es necesario el consenso, y no solo entre partidos políticos, sino a nivel social. Por ejemplo, no es de recibo que cambiemos cada cuatro años la ley de educación. Habrá que llegar a un consenso. Estamos tocando leyes que afectan directamente a la vida, ya sea en su origen o en su ocaso. ¿No tienen nada que decir los médicos, los psicólogos, las confesiones religiosas…? La religiosa es una dimensión fundamental de la persona. Se echa en falta el consenso. Se legisla para una porción de la sociedad y eso no es bueno.

¿Qué queda por hacer en materia de abusos?
Se han dado pasos. Por lo que anunciamos, no podemos conformarnos con resoluciones de carácter judicial o administrativo, tenemos que dar un plus, y ese plus es la dimensión pastoral de acogida, escucha y acompañamiento a las víctimas.

Crece el número de personas en situación de pobreza.
Es un problema social. Es una vergüenza que haya familias que pasen necesidad y tiremos alimentos. Son un escándalo los sueldos astronómicos en ciertos ámbitos de la sociedad, y no me refiero al político. Las administraciones tendrían que revisar ciertas partidas presupuestarias y priorizar. Lo primero es dar de comer a estas personas y garantizar lo elemental. El trabajo de Cáritas y otras instituciones eclesiales es un signo de credibilidad de la Iglesia.

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