Celaá pide disculpas por sus palabras en la polémica sobre la educación especial
La ministra de Educación suscita la controversia al menospreciar el testimonio personal de un diputado popular padre de una niña con síndrome de Down. «No podéis cerrar los centros de educación especial, son necesarios», le ha respondido la joven
«Acabo de hablar con el diputado Juan José Matarí al que he pedido disculpas si mis palabras de ayer pudieron ofenderle. Jamás fue mi intención faltarle al respeto, ni a él ni a su familia»: con estas palabras ha rectificado este jueves la ministra de Educación, Isabel Celaá, ante la polémica suscitada por su respuesta al diputado popular, en un debate en el Congreso sobre la LOMLOE, centrado en la supresión de los centros de educación especial.
«¿De dónde viene usted? Usted no tiene ningún contacto, ni con el mundo educativo, ni con los padres, ni con los hijos, ni con los profesores. Usted no sé de qué habla», le espetó la ministra a Matarí cuando este mencionó en sede parlamentaria que su hija Andrea, de 24 años, con síndrome de Down, «ha recibido toda su educación en un centro especial, ha ido a la Universidad y trabaja porque su formación ha sido adaptada a sus capacidades».
Tras conocer la reacción de Celaá, la propia Andrea Maratí ha difundido un video contando sus logros profesionales, defendiendo que «todo esto lo he hecho gracias a que fui 15 años a un colegio de educación especial». Este tipo de centros «son necesarios para que las personas como yo tengamos oportunidades de trabajo y de integración», añadió. «No los podéis cerrar, son necesarios», insiste en el video.
Ante las declaraciones de la ministra, la plataforma Educación inclusiva sí, especial también ha exigido su dimisión, por su respuesta «absolutamente mezquina y miserable, impropia del puesto que representa».
«Además de faltar al respeto a un padre que tiene una hija con discapacidad intelectual, la señora Celaá ha mostrado su resentimiento hacia los colegios de educación especial, a los que considera centros segregadores», añade la plataforma en un comunicado.
Junto a ello, Educación inclusiva sí, especial también denuncia que la nueva ley de educación «ha sido tramitada en plena pandemia y es la única en la historia de la Constitución en la que no se ha permitido la participación de las familias ni de los profesionales». Además, «está siendo actualmente investigada en el Parlamento Europeo», ya que «se han vulnerado los derechos de los padres que quieren que sus hijos se eduquen en una escuela especializada».
Después de la controversia, Isabel Celaá ha añadido en redes sociales que «mi compromiso con las personas con discapacidad y sus familias es inequívoco», y que la nueva ley «garantiza el derecho de todos a la mejor educación, tanto en centros ordinarios como especiales».