Los obispos de Castilla y León, ante la limitación a 25 personas en los templos: «Es desproporcionada»
Han pedido a las autoridades que se siga utilizando el criterio proporcional, pues es «más ecuánime»
Los arzobispos y obispos de las once diócesis de Castilla y León han publicado una nota tras la publicación de las nuevas normas establecidas por la comunidad autónoma para luchar contra la COVID-19, entre las que se encuentran la limitación de asistencia a actos de culto a 25 personas. Una medida que a los obispos les parece «desproporcionada», además de «no aceptable».
«No nos parece razonado ni aceptable que el criterio de ese mayor esfuerzo sea una limitación de aforo expresada en términos absolutos cuando la superficie y volumen de los miles de templos, ermitas y capillas que hay en Castilla y León es muy diversa. Creemos que el criterio proporcional que se ha seguido en toda España durante las diversas fases de la pandemia puede considerarse más ecuánime», apuntan.
En su opinión, fijar una cifra máxima es «desproporcionado», ya que «impide el ejercicio del derecho fundamental de la libertad de culto a personas que podrían ejercerlo» en muchos templos sin poner en riesgo la salud propia y ajena».
Los prelados aseguran que ya han transmitido su oposición a esta determinación a los representantes políticos, a los que instan establecer las limitaciones de manera proporcional. Ellos se comprometen a «seguir instando al pueblo cristiano a poner en práctica las medidas acordadas por las autoridades para prevenir contagios».
La Iglesia ha cumplido siempre
En este sentido, recuerdan que la Iglesia en Castilla y León siempre ha aplicado las indicaciones sanitarias y aceptado la limitación de aforos y actividades y ponen en valor el trabajo realizado por las diversas comunidades, como también el enorme esfuerzo de Cáritas y otras organizaciones.
Con todo, son conscientes «del grave momento sanitario» y, por ello, aceptan que «haya que hacer un esfuerzo mayor para evitar los contagios y evitar el colapso de nuestro sistema sanitario».
Finalmente, reivindican que el pueblo cristiano tiene derecho a participar en la Eucaristía: «Estamos convencido de que la celebración de la Pascua dominical es fuente del amor y de la esperanza que nuestra sociedad necesita especialmente en esta hora».