Cáritas insiste en que se cancele la deuda externa - Alfa y Omega

Cáritas insiste en que se cancele la deuda externa

La entidad está movilizándose para que la próxima Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, en Sevilla, aborde la crisis de los países ahogados por préstamos

Javier Martínez-Brocal
Niños de Zimbabue, cuya falta de futuro lamenta Esipila
Niños de Zimbabue, cuya falta de futuro lamenta Esipila. Foto: CNS.

Durante el Jubileo del año 2000 muchos Gobiernos y acreedores privados cancelaron la deuda a países en vías de desarrollo que no podían pagarla. Han pasado 25 años y buena parte de ellos vuelven a encontrarse en la misma situación. Según Caritas Internationalis, el problema es que el mecanismo que regula la deuda pública de estos países impide que salgan de la pobreza y favorece los préstamos abusivos. Por eso, pide aprovechar el Jubileo 2025 para reformar el proceso.

Se trata de un «círculo vicioso» que mantiene a miles de millones de personas en la miseria, pues los Gobiernos deben pagar intereses con dinero que podrían haber invertido en sanidad, educación, infraestructuras o estrategia industrial. «Si una madre no puede acceder a atención prenatal porque su Gobierno ha recortado el gasto en atención médica para pagar la deuda; si los niños son enviados de vuelta a casa desde su escuela porque los maestros no reciben sus salarios y si las comunidades no pueden reconstruir edificios y calles después de desastres [naturales] porque los recursos se desvían a acreedores extranjeros, debemos reconocer que no solo ha habido un grave fracaso económico, sino también uno moral», denunciaba el arzobispo Gabriele Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas durante un foro mundial convocado por Cáritas la pasada semana para dar a conocer el impacto de esta crisis en la vida de millones de personas.

En Zimbabue, lamenta la secretaria ejecutiva de Cáritas África, Lucy Esipila, «nuestros niños quieren ser médicos, maestros, abogados», pero no hay ninguna perspectiva de futuro para ellos en lo educativo. Denuncia además que «la mayoría de estas deudas se contrajeron bajo condiciones desleales». También Aisling Foley, coordinadora de Cáritas Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, afirma que «la deuda es como una losa sobre el cuello del país, que padecen los más necesitados. Para afrontarla se recorta el gasto en servicios esenciales» como «esa interrupción de agua y electricidad» que «perjudica a los hogares, a las pequeñas empresas, a los hospitales y a las escuelas». «No es solo una cuestión económica, sino un sistema que obstaculiza el desarrollo humano integral», resume el arzobispo Caccia.

En cifras

3.300 millones de personas en países que gastan más en pagar deuda que en servicios básicos.

54 países atraviesan una crisis de deuda. En 2015 eran 25.

10 % de los ingresos dedicados a devolver préstamos es el umbral de una crisis de deuda.

«Obligar a los países de renta baja a seguir pagando sus deudas con el actual sistema perpetuará la crisis de la deuda, en lugar de ponerle fin», avisa Cáritas. «Sin invertir en desarrollo, los países no pueden hacer crecer sus economías y salir de la deuda. En ausencia de normas internacionales claras para la concesión» de créditos o de «un mecanismo eficaz para resolver las crisis, los prestamistas privados depredadores pueden prestar a los países deudores en condiciones onerosas y negarse a ofrecer un alivio adecuado cuando los países entran en crisis de deuda», denuncia la entidad en su informe La nueva crisis global de la deuda y sus soluciones.

La idea de Cáritas es buscar modos de poner en práctica la petición del Papa Francisco de que con motivo del Jubileo «las naciones más ricas» cancelen o reestructuren de un modo constructivo la deuda pública de los países que no van a ser nunca capaces de pagar. La organización está movilizándose para que la crisis de la deuda se afronte en la próxima Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que comenzará en Sevilla el 30 de junio; y en la COP30 que tendrá lugar en noviembre en Brasil. Entre las soluciones, plantea «un registro público mundial de la deuda para que rindan cuentas los prestamistas y Gobiernos prestatarios», «un nuevo marco global de deuda soberana que represente de forma justa tanto a los países deudores como a los acreedores» y modificar las normas del FMI para que «ponga fin a las condiciones políticas perjudiciales».

«Los líderes mundiales deben responder cambiando los sistemas globales que atrapan a los países en la deuda y asegurando que las negociaciones entre los países en crisis de deuda y los acreedores sean transparentes y prioricen los derechos humanos», reclama desde Roma el secretario general de Cáritas Internationalis, el escocés Alistair Dutton. «Cáritas se esfuerza por ser la voz de los sin voz y por garantizar que sus voces sean escuchadas».