Cáritas: de la leche en polvo a las ayudas contra la pandemia

Cáritas Española ha comenzado su 75 aniversario en un contexto como el de la guerra en Ucrania, que no le es desconocido. La institución «nació en unas circunstancias similares, como fue la posguerra española. Nuestros mayores pensarían que se necesitaba una organización de la Iglesia que contribuyera a dar alimento a la población», explica Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, que tiene la misma edad que la entidad que dirige.

En un país en el que todavía humeaban las heridas del conflicto, el hambre estaba a al orden del día y, en gran medida, se conseguía salir adelante gracias a a la ayuda humanitaria americana. «De hecho, en nuestro museo de trofeos –una salita donde se conservan distintos recuerdos del pasado– todavía hay uno de esos saquitos de leche en polvo que nos daban los americanos», revela Bretón.

Pero con su constitución en 1947, Cáritas Española no solo contribuyó a paliar la falta de alimentos, sino también a «dar cobijo» a los necesitados. Incluso a los que procedían del extranjero, pues tan solo dos años después de su nacimiento, la entidad caritativa de la Iglesia coordinó la venida a España de 20.000 niños víctima de la Segunda Guerra Mundial provenientes de Austria y Alemania. Todos ellos fueron adoptados temporalmente por familias españolas.

La Fundación Foessa y el IRPF

En aquella sala de recuerdos, junto al saco de leche, Cáritas también conserva el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, que le fue concedió en 1999 «por su ejemplar labor en la promoción de la solidaridad, en una dimensión a un tiempo local y universal mediante una lucha tenaz contra la injusticia y la pobreza, que eleva la conciencia moral de la sociedad», destacó el jurado. Un galardón que ahora esperan revalidar en este aniversario, pero en la categoría de Acción Social. «Hemos pensado en lanzar la candidatura de la Fundación Foessa», que se constituyó en 1965 gracias al impulso de Cáritas Española. «Se trata de una de nuestras herramientas más importantes para conocer la situación social en España, lo que nos permite ayudar a quien realmente lo necesita», confiesa Manuel Bretón.

Sin embargo, no todo han sido premios para la institución. Si bien es cierto que «sentimos un apoyo generalizado» y que «a Cáritas se le abre siempre que llama», según el presidente, «también ha habido épocas complicadas». Como ejemplo, Bretón se retrotrae al momento en el que se cambió el sistema de reparto de los fondos de la casilla social del IRPF, «que pasó a estar gestionada por las comunidades autónomas y eso hizo que algunos se olvidaran de nosotros y nos tuviéramos que reinventar desde el punto de vista económico», reconoce.

Por último, el presidente rememora otros dos momentos muy difíciles a lo largo de estos 75 años, aunque en este caso para la sociedad española. La crisis económica mundial de 2008, tras la caída del banco estadounidense Lehman Brothers, que «golpeó con dureza en nuestro país y que, por tanto, nos llevó a redoblar el esfuerzo económico para aumentar el número de proyectos con los que poder atender a los más afectados». Y la reciente pandemia de la COVID-19, en la que se popularizaron esas colas del hambre –atendidas principalmente por Cáritas y otras instituciones de la Iglesia– que a Bretón le hicieron pensar en aquella otra hambruna durante la que surgió la institución.

Con la mujer en el mundo

Un lustro antes del primer disparo de la Guerra Civil nació Salvador Salvador, que con 90 años todavía sigue colaborando como voluntario de Cáritas Española. «Llevo aquí 24 años y aunque es verdad que ya me he jubilado, aún realizo alguna cosilla», subraya este doctor en Ingeniería Industrial que durante todo este tiempo ha apoyado «una de las actividades más desconocidas» de la entidad: la cooperación internacional. Se trata, sin embargo, del departamento que atiende a la mayor cantidad de personas. «El número de beneficiarios en el extranjero duplica al número de beneficiarios en España, gracias a varios acuerdos de colaboración con distintos organismos como AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo)», explica.

En la actualidad, «nuestras actuaciones en el exterior se desarrollan en 40 países» y se centran en garantizar el derecho a la alimentación, en el cuidado de la creación o en la atención a emergencias, como está ocurriendo en Ucrania. «Tenemos 19 proyectos en África subsahariana; 16 en América del Sur y Central; 13 en Asia; once en Europa del Este y siete en el Norte de África y Medio Oriente», detalla. De entre todos ellos, Salvador al cuadrado no quiere destacar ninguno, sino «la ayuda que le hemos prestado a la mujer en todo el mundo. Hay muchos países, sobre todo de África subsahariana, donde antes eran simples esclavas y ahora están consiguiendo entrar en los círculos de influencia y de poder en sus países» gracias «al apoyo que se ha prestado en el ámbito de la educación», concluye.

La salita de los recuerdos

• 1947 La Asamblea Nacional de Caridad aprueba los reglamentos del Secretariado Nacional de Caridad
• 1952 Se organizan las primeras colonias infantiles de Cáritas y las primeras Tómbolas Diocesanas de Caridad
• 1953 Quedan constituidos todos los Secretariados Diocesanos de Caridad y se adopta el nombre de Cáritas
• 1959 Cáritas inaugura el primer centro social y se celebra por primera vez el Día Nacional de Caridad
• 1965 Se crea la Fundación Foessa, que en su primer informe desvela que existen siete millones de pobres
• 1974 Se constituye la Comisión de Campañas y Socorros de Urgencias, dedicada a la cooperación internacional
• 1999 Cáritas es galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su promoción de la solidaridad
• 2018 La entidad crea el proyecto textil confederal Moda re-, que hace una gestión integral de la ropa usada
• 2020 Con la pandemia, Cáritas lanza el Plan de Acción contra la COVID-19 #LaCaridadNoCierra