Cáritas Colombiana atenderá a los migrantes deportados por Estados Unidos
La organización se coordinará con el Ministerio de Asuntos Exteriores para ofrecerles alojamiento, atención psicosocial e inserción laboral. Pero está a la espera de conocer detalles sobre el estado en el que llegan
La Iglesia colombiana ya ha empezado a asistir a algunos de los compatriotas que han llegado al país deportados desde Estados Unidos y lo hará de forma mucho más intensa en el futuro próximo. Lo asegura a Alfa y Omega Shirley Manrique, especialista junior de Cáritas Colombiana.
«Por lo pronto atendimos a 20 personas, diez hombres y diez mujeres», a los que ayudaron a conseguir alojamiento, explica. Ofrecer un lugar donde quedarse al aterrizar en el país será precisamente una de las prioridades del proyecto que están empezando a articular con el Gobierno. En concreto, se están coordinando con el Ministerio de Relaciones Exteriores —a través de la iniciativa pública Colombia Nos Une— y con la Fundación de Atención al Migrante de la archidiócesis de Bogotá.
Pero aspiran a ir mucho más allá. Manrique trabaja en un proyecto para ayudar a emigrantes que han retornado voluntariamente desde Bélgica, en colaboración con la Cáritas belga. «Desde esta experiencia, queremos hacer una propuesta parecida para acompañar el proceso de reintegración» de los deportados. Incluiría distintos elementos, como el «apoyo psicosocial» o el soporte para su inserción laboral.
Necesidades específicas
Desde la entidad son conscientes de que la situación de los migrantes devueltos por Estados Unidos es diferente: mientras con los que trabajaban hasta ahora han regresado por voluntad propia, sus futuros usuarios lo harán obligados. «Tendríamos que hacer un diagnóstico sobre las necesidades específicas que tienen», reconoce.
«Estamos coordinando una reunión con el Ministerio de Asuntos Exteriores para tener más detalles» y poder hacer un plan «robusto». En cuanto a la financiación de la iniciativa, cuando tengan la propuesta estructurada esperan encontrar «algún donante que nos apoye». Sobre el estado físico y el perfil de los recién llegados, reconoce que aún es pronto para ofrecer esa información.
Denuncias de maltrato
En los últimos días, se han tenido noticias de varios migrantes deportados que han afirmado haber recibido tratos degradantes durante el proceso. Carlos Calle, líder del Observatorio de Turismo de la Personería de Medellín, reveló a Blu Radio que 43 deportados han presentado denuncias de malos tratos sufridos a manos de las autoridades estadounidenses, recoge Infobae. «Hemos documentado casos de violencia física y psicológica, así como denuncias de abuso sexual en contra de mujeres», señaló.
Cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, habló públicamente de la cuestión, dio lugar a un enfrentamiento comercial. Este finalmente se zanjó con el acuerdo de que Bogotá enviaría a sus propios aviones para traer a los migrantes, asumiendo el coste, para garantizar su bienestar.
Hasta ahora, son al menos 459 los colombianos deportados: 201 llegaron el 28 de enero desde El Paso (Texas) y San Diego (California). Otros 105 el día siguiente, también desde San Diego. 43 aterrizaron el 3 de febrero desde Panamá y 110 el día siguiente desde Luisiana.