Becciu insiste en su inocencia
El cardenal, condenado a cinco años de cárcel por malversación de fondos, se justifica alegando que comprar pisos es «tradición» en la Santa Sede
«Ser condenado no es bonito, me he quedado consternado y sintiendo el peso de mi familia y la Iglesia» dijo el cardenal Angelo Becciu en la noche del 18 de diciembre durante el programa de televisión italiano Cinque minuti de la cadena pública Rai 1. Es el primer purpurado en la historia de la Iglesia condenado en el Vaticano por un tribunal compuesto por laicos.
El sardo, quien llegó a ser sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, deberá pasar cinco años y seis meses en la cárcel, pagar una multa de 8.000 euros y está inhabilitado de por vida para ocupar cualquier cargo público en el Vaticano. Se le ha condenado por malversación de los fondos reservados de la Santa Sede para la compra fraudulenta de un edificio de lujo en Londres. Su plan era revenderlo posteriormente más caro, pero la operación estaba llena de irregularidades que acabaron costando una suma millonaria al Vaticano.
Becciu insistió durante su entrevista en la televisión italiana en que el Papa cree en su inocencia. «Sin embargo, trabajaré para demostrarlo. Quiero gritar al mundo en todas las instancias y de todas las maneras que soy inocente, que no cometí en absoluto los crímenes de los que se me acusa», prometió. Justificó también sus operaciones recordando que la compra de inmuebles es una estrategia de inversión típica en el Vaticano. «Ustedes dicen que es especulación, pero esto forma parte de la tradición de la Santa Sede. Ya desde 1929, tras los Pactos de Letrán, se comenzó a invertir en edificios en Londres, París y Roma», argumentó.
Angelo Becciu también sostuvo en Cinque minuti que, mientras trabajó en secretaría de Estado, él no era el encargado de buscar las potenciales inversiones sino de solo confirmar su elección. «Yo, como sustituto, ¿sabe cuántas oficinas tenía que supervisar? 17 oficinas. No tenía tiempo para seguir paso a paso los asuntos económicos y financieros», adujo. Y añadió que «el verdadero jefe de la administración en aquella época era monseñor [Alberto] Perlasca». «Él me presentaba los distintos expedientes y entre ellos estaba el dossier sobre la oportunidad de invertir en un edificio», apuntó.
El cardenal también habló en antena de los 570.000 euros provenientes de los fondos reservados que destinó a la comisionista Cecilia Marogna (teóricamente encargada de la liberación de la religiosa secuestrada en Mali, Gloria Cecilia Narváez), y que finalmente la italiana gastó en compras personales. «Esto no lo sabía en absoluto y si lo hubiera sabido no lo habría permitido. El dinero debía destinarse solo a la operación de liberación de la monja», dijo Becciu. Añadió también que Francisco estaba informado del plan original y que era una operación que contaba con todo su apoyo.