Bajo la Mezquita-Catedral de Córdoba hay «indicios más que evidentes» de un complejo episcopal tardorromano - Alfa y Omega

Bajo la Mezquita-Catedral de Córdoba hay «indicios más que evidentes» de un complejo episcopal tardorromano

El Ministerio de Ciencia aprueba el proyecto de excavaciones de la Universidad de Córdoba en el Patio de los Naranjos. En el sustrato preislámico hay signos de construcciones cristianas «vinculadas a la figura del obispo», dicen los investigadores

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
El equipo de investigación explica los trabajos de excavación a la consejera de Cultura y al alcalde de Córdoba, en marzo de este año. Fotos: Cabildo Catedral de Córdoba

El Ministerio de Ciencia e Innovación ha aprobado el proyecto De Iulius Caesar a los Reyes Católicos, un análisis arqueológico de 1.500 años de historia de la Mezquita-Catedral de Córdoba, a cargo de la Universidad de Córdoba en colaboración con el Cabildo catedralicio.

«Para nosotros es un aval oficial al impulso académico y a la labor de investigación que venimos haciendo desde hace meses», explica Alberto León, profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba y uno de los investigadores principales del proyecto de excavación del Patio de los Naranjos.

«Ahora mismo estamos comprobando la secuencia de construcciones que se ha ido formando a lo largo de los siglos –añade León–, pero lo que estamos viendo nos permite reafirmarnos en que lo que hay debajo es un complejo episcopal datado en la época tardorromana».

El investigador señala que los restos encontrados podrían formar parte de un complejo episcopal común en aquellos primeros siglos del cristianismo, con iglesia, baptisterio, residencias, oratorios y otras dependencias. Por todo ello, León pide «prudencia» a la hora de valorar los resultados, pero afirma sin dudar que existen «indicios más que evidentes» para sostener esta hipótesis.

El proyecto, ahora avalado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, hunde sus raíces en las excavaciones en la mezquita-catedral que realizó en los años 30 del siglo pasado el investigador Félix Hernández, restaurador del templo en aquellos años. Sus conclusiones no han sido accesibles al gran público hasta la fecha, pero han sido la pista que han seguido los arqueólogos de la Universidad de Córdoba.

Trabajando en las excavaciones

A día de hoy se ha trabajado ya en un tercio del proyecto, pero «aún nos quedan varios meses hasta que podamos completarlo todo», dice León. De momento, han podido comprobar que tras la conquista islámica de la ciudad, en el año 711, «se arrasó toda la construcción anterior vinculada a la figura del obispo». Después, hasta el inicio de la construcción de la mezquita, en el año 785, el lugar se cerró, pero hubo algunos espacios que se usaron como basurero: «Hemos encontrado restos de huesos de animales entre los que no está el cerdo, y con huellas en la forma de despiezar la carne que tienen un sentido ritual y de sacrificio vinculado posiblemente con alguna fiesta islámica. Pero eso no significa que este espacio se usase como mezquita», lo que no sucedió hasta décadas más tarde.

En cualquier caso, para Alberto León los trabajos «no parten de un juicio previo de ningún tipo, sino que simplemente tratan de reconstruir la historia de esta parte de la ciudad. Es una investigación histórica y universitaria realizada en estrecha colaboración con el Cabildo, con el compromiso de alcanzar la verdad de este lugar».