Avanza el Operación Triunfo de músicos católicos
Los 15 jóvenes concursantes de Madrid Live Talent, un certamen musical católico, comienzan sus clases magistrales con Toño Casado, Chito Morales y Jaime Salmoreno
«Lo que vais a cantar es Evangelio, es buena noticia». Chito Morales ha subido, según el artista y sacerdote Toño Casado, «a más escenarios que Raphael». Junto a sus padres y sus doce hermanos formó parte del grupo Brotes de Olivo. Ahora, en solitario, escribe canciones para otros, en su mayoría órdenes religiosas, y también transmite lo que sabe. Así lo hizo el pasado sábado, 12 de febrero, con los 15 concursantes de Madrid Live Talent, el primer certamen musical católico de Madrid puesto en marcha por la Delegación Episcopal de Jóvenes de la diócesis de Madrid junto a las delegaciones de las diócesis de Alcalá y Getafe. Los jóvenes participantes son Celia Salamanca, David Blanco, Karina Vanegas, Manu Alvarado, María Díaz-Leante, Pablo Sanz, Paula Sastre, Pilar González-Aller, Rafael Jiménez, Sofía Gómez, Tamara Ferrera, Teresa Palomar y los grupos Banderas de Amor, Trigo 13 y Kénosis. Todos ellos fueron seleccionados en enero por un jurado que tuvo en cuenta criterios musicales y valoró el contenido de las canciones. Este mes han entrado en la fase de clases magistrales mientras graban cada uno un tema con arreglos profesionales en el estudio de David Santafé.
La de Chito Morales es vivencia pura a base de palabras entremezcladas con canto, y con un punto divertido. «¿Por qué cantar? Porque quiero vivir lo que canto. ¿Me sale? A veces…». A los concursantes, citados en la sede de la Delegación de Jóvenes de Madrid, les recuerda que «vais a comunicar la alegría en este tiempo que no se lleva mucho eso, sino más bien el TikTok». «Sois vosotros la sal y la luz», les dijo al son de la canción del mismo título. «Lo que cantáis cambia la vida de la gente», y no pasa nada por repetir canciones, porque «nadie las dice como tú; ¡falta vuestra versión!». Qué importante es, reconoce a Alfa y Omega al concluir su intervención, «la inocencia de estos niños», que se hayan «lanzado al ruedo» creyendo que es posible porque «hay algo» que los anima a compartir lo que tienen.
La mañana avanza y los jóvenes van rompiendo el hielo. Tiene que ver en parte que Toño Casado, el segundo de los profesores de la jornada, que fue el creador de 33 El Musical, les pide subir al escenario. Ese es el lugar en el que «tienes una responsabilidad, y para eso hay que tener actitud, una manera de estar». Importante en este punto es «vuestra estética: si quieres velas, un taburete, proyectar algo…». Hay dos cosas, no obstante, que les remarca a conciencia. La primera, la necesidad de la formación vocal: «Todos tenéis la capacidad, vuestro instrumento es bueno, pero ahora tenéis que trabajarlo; buscaos un profesor». La segunda, «que os lo creáis». «Eres un cantante, no más que los demás, pero Dios te ha dado una tarea, que es transmitir el Evangelio con tu voz, con tu capacidad de emocionar». Esto le pasa a Paula, a sus 16 años la más joven de los alumnos, que entre café y palmerita durante la pausa nos confiesa que para ella el concurso «es una oportunidad de creer más en mí».
El creativo continúa motivando a los jóvenes: Whitney Houston «salió de la iglesia, y su voz sigue haciendo efecto en las personas». Quién sabe, les hace soñar, a dónde llegarán sus canciones. «Lo más bonito que tenéis es que os habéis encontrado con Jesús y sois capaces de transmitirlo al mundo». Recoge así también el tema de la evangelización. La Iglesia, dice, «siempre ha creído en el arte para transmitir el Evangelio», aunque «ahora estamos regular». Apuesta por «recuperar la música y el canto», y afirma que «hay mucho potencial» en el concurso, «voces maravillosas» que se unen al «poder de la juventud». Antes de acabar, da una recomendación más: «Que en los sitios donde estéis la gente pueda cantar, y por eso las canciones no tienen que ser complicadas».
Más allá de TikTok
La parte práctica viene de la mano de Jaime Salmoreno, sacerdote de la diócesis de Alcalá que fue integrante de La Voz del Desierto. Un hombre que es capaz de cambiar de registro sin coger aire y que interpreta desde el gregoriano –«lo más difícil de cantar»– hasta la ópera, pasando por Adele, Anastacia y Whitney Houston –de nuevo–, que es para él uno de los grandes ejemplos de técnica vocal junto a Pastora Soler. Salmoreno enseña técnicas para practicar en casa, «aunque no haya quien las soporte», y mejorar así el uso del diafragma, de las cuerdas vocales y de los huecos interiores de la cara, que son el equivalente a la caja de resonancia. Incluso les explica la mejor posición de los labios para manejar graves y agudos. También cómo controlar el vibrato, el falsete y los armónicos, y resalta la conveniencia de «saber expresar el sentimiento, nosotros que cantamos música religiosa». Efectivamente, como reconoce María Díaz-Leante, «hay mundo más allá de TikTok».
- Hasta el 4 de marzo continúan las clases a cargo de, entre otros, Nacho Cano, Siloé, el padre Damián y Hakuna, con una visita a su estudio.
- Del 4 al 18 de marzo se elegirá a los seis finalistas; cinco por un jurado y el sexto por votación en
@madridlivetalent. - El 18 de marzo será la gran final en el Teatro de los Salesianos. El ganador grabará un disco y podrá participar en la edición nacional convocada por la CEE.