«Aún hay mucho por hacer para que se reconozca la igual dignidad de la mujer», ha asegurado el Papa - Alfa y Omega

«Aún hay mucho por hacer para que se reconozca la igual dignidad de la mujer», ha asegurado el Papa

Ha hecho un llamamiento para facilitar el ejercicio de su maternidad y ha pedido especialmente por el fin de la situación de violencia en Haití

Redacción
El Papa durante el ángelus del 10 de marzo de 2024
El Papa durante el ángelus del 10 de marzo de 2024. Foto: CNS / Vatican Media.

No tiene problema en repetir, constantemente, las propuestas que considera claves en su Pontificado. Este domingo, tras el rezo mariano del ángelus en la plaza de San Pedro, Francisco ha aprovechado el Día Internacional de la Mujer para expresar su cercanía «a todas las mujeres, especialmente a aquellas cuya dignidad no es respetada». Y ha asegurado que «queda mucho trabajo por hacer por parte de cada uno de nosotros para que se reconozca la igual dignidad de las mujeres».

A continuación, ha hecho un llamamiento para facilitar el ejercicio de su maternidad. «Son las instituciones, sociales y políticas, las que tienen el deber fundamental de proteger y promover la dignidad de todo ser humano, ofreciendo a las mujeres, portadoras de vida, las condiciones necesarias para poder acoger el don de la vida y asegurar a sus hijos una existencia digna», ha asegurado.

En su repaso por las crisis internacionales, en esta ocasión ha dirigido su mirada a Haití y «los episodios violentos ocurridos en los últimos días», tras el ataque por parte de asaltantes armados al palacio del presidente y la sede de las fuerzas de seguridad. Los grupos criminales controlan desde hace meses la capital, Puerto Príncipe, y están intentando arrebatar al primer ministro el liderazgo del país. Francisco ha asegurado «estar cerca de la Iglesia y del querido pueblo» que sufre desde hace años.

En las palabras del Papa también ha estado presente el inicio del Ramadán, ha expresado su cercanía a «nuestros hermanos y hermanas musulmanes» y ha saludado «con afecto a la comunidad católica de la República Democrática del Congo en Roma», a quienes ha invitado a rezar por la paz.

Qué fácil es la condenación

En la parte catequética de su intervención dominical, Francisco ha destacado «con qué facilidad condenamos», pero «Jesús no nos señala con el dedo. Cristo no vino a condenar, sino a salvar. Él abraza nuestra vida y no está interesado en procesarnos y someternos a juicio».

El Papa ha afirmado que «todos nos equivocamos y, si el Señor usara el conocimiento de nuestras debilidades para condenarnos, nadie podría salvarse». Pero Él quiere «que ninguno entre nosotros se pierda. La mirada del Señor sobre nosotros no es un faro cegador que deslumbra y pone en dificultad, sino el suave resplandor de una lámpara amiga, que nos ayuda a ver en nosotros el bien y a darnos cuenta del mal, para convertirnos y sanarnos con el apoyo de su gracia». Siguiendo el ejemplo de Jesús, «los cristianos estamos llamados a hacer lo mismo», ha abundado el Papa, señalando lo fácil que nos resulta juzgar a los demás. Y ha concluido con una petición improvisada: «Pensemos en nosotros, que tantas veces condenamos a los demás; que tantas veces nos gusta cotillear, buscar chismes contra los demás. Pidamos al Señor que nos dé a todos esta mirada de misericordia, que miremos a los demás como Él nos mira a todos. Que María nos ayude a desear el bien de los demás».