La violencia en Haití se recrudece

El clima de violencia no se detiene en el que es uno de los países más pobres del mundo. En las últimas horas, grupos criminales han asaltado el aeropuerto de Puerto Príncipe provocando la cancelación de vuelos y desafiando a la Policía en enfrentamientos que han dejado doce muertos y varios heridos hasta el momento.

Los tiroteos también han aumentado en las calles y han elevado la tensión en un país que, según la ONU, suma alrededor de 15.000 desplazados internos y donde se pide encarecidamente que se mantengan a los niños dentro de las casas. Valle Chías, religiosa de Jesús-María y misionera en Haití, relata «la gran dificultad de la gente para acceder a combustible, los problemas en la red telefónica, el encarecimiento y escasez de los alimentos o la falta de acceso a una sanidad básica».

El pasado sábado, bandas criminales asaltaron las dos mayores cárceles del país y provocaron la huida de más de 3.500 delincuentes, algunos de ellos considerados como los más peligrosos de Haití. Como consecuencia, el primer ministro haitiano ha declarado el estado de emergencia durante 72 horas en Puerto Príncipe y sus alrededores, aclarando en un comunicado que, durante este tiempo, «todos los establecimientos públicos y privados estarán operativos».

«La gente es la que está pagando las consecuencias de esto», explica la religiosa. «Hay personas vagando por Puerto Príncipe buscando dónde dormir porque han tenido que salir de sus casas, o los hay que pasan horas tumbados en el suelo hasta que terminen los tiros».

Ante el agravamiento de la situación, el secretario general de la ONU, António Guterres pidió este martes una «acción urgente» de todas las fuerzas policiales internacionales en un intento de detener el rápido deterioro de la situación. De hecho, el Consejo de Seguridad de la ONU ha convocado para este miércoles una sesión extraordinaria y a puerta cerrada para tratar el caso del país y el recrudecimiento de la violencia en sus calles.