La auditoría sobre los abusos en la Iglesia escuchará a las víctimas y colaborará con las autoridades
«Vamos a ir hasta el final», ha afirmado el presidente de Cremades & Calvo-Sotelo, el despacho al que se ha encargado la auditoría independiente
«Transparencia, ayuda y reparación a las víctimas y colaboración con las autoridades». Estas son, en palabras del presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, las motivaciones de la auditoría independiente sobre los abusos sexuales a menores que la Iglesia española ha encargado al despacho Cremades & Calvo-Sotelo.
Así lo ha confirmado el purpurado esta misma mañana en rueda de prensa tras firmar con Javier Cremades, presidente de la firma legal, la hoja de encargo de la investigación. Esta se prolongará durante al menos doce meses con un trabajo que «tendrá toda la amplitud necesaria».
Durante la comparecencia han anunciado la apertura de un buzón para recibir denuncias (denunciaabusos@cremadescalvosotelo.com) y han manifestado tanto su intención de recibir a las víctimas, a nivel asociativo e individual, así como de colaborar con las investigaciones que puedan llevar a cabo los poderes públicos –ya se han puesto en contacto con del Defensor del Pueblo–. Además, se evaluará la acción en esta materia de las diócesis y de las congregaciones religiosas.
Para llevarlo acabo, se ha creado un grupo de trabajo juristas de prestigio, algunos de ellos socios del bufete: Santiago Calvo-Sotelo, antiguo director de Auditoría en Arthur Andersen; Vicente Conde, exmagistrado del Tribunal Supremo y del Constitucional; Juan Saavedra, exmagistrado y presidente de la sala segunda del Tribunal Supremo; y Encarnación Roca, exvicepresidenta del Tribunal Constitucional. A estas personas se sumarán otras del mundo intelectual y empresarial. La firma no cobrará nada a la CEE salvo los servicios contratados a terceros.
Según ha explicado Cremades, la propuesta de investigación sigue la metodología que se ha utilizado en Alemania e incorporará aspectos positivos del modelo francés. De hecho, han mantenido contactos con un bufete alemán, que les acompañará en el proceso, y con el responsable de la comisión en Francia, Jean-Marc Sauvé. «Vamos a intentar aprender de los errores y aciertos de los que ya han hecho este trabajo. Lo afrontamos sin barreras y sin ningún límite mental y profesional», ha añadido. Eso sí, descarta hacer extrapolaciones demoscópicas como en el país vecino.
Recomendaciones sobre reparación y prevención
Al finalizar la investigación, lo más probable es que se emitan una serie de recomendaciones en relación con la reparación de las víctimas y la prevención de nuevos casos en el futuro. «¿Pueden pensar alguien que si con un enfoque jurídico se identifica un daño no puede haber reparación o indemnización?», ha añadido Cremades.
El propio abogado ha desechado la posibilidad de que su condición de creyente y miembro del Opus Dei –él mismo lo comunicó así al iniciar la presentación– pueda afecta a la investigación. «Vamos a ir hasta el final. La Iglesia debe ir hasta el final, pedir perdón y rectificar», ha sentenciado para reconocer, a renglón seguido, que «es el asunto más complejo que hemos abordado hasta la fecha».
El cardenal Omella, por su parte, ha aprovechado la ocasión para reiterar el perdón de la Iglesia a las víctimas «por el dolor que han padecido y padecen». «Tenemos que dar un paso al frente en la ayuda y el apoyo a las víctimas. La investigación deberá tener toda la amplitud necesaria para clarificar los casos del pasado e incorporar los más exigentes niveles de responsabilidad que impidan la repetición de los abusos», ha explicado.