Así se opusieron 2.345 monjas polacas a los nazis
«No hubo ninguna congregación que no escondiera judíos». Su historia puede leerse en una monografía difundida en este Día Europeo de los Justos
Este 6 de marzo, en el Día Europeo de los Justos, se recuerda a quienes arriesgaron su vida para salvar a otros durante los totalitarismos del siglo XX. Entre ellos, destacan las religiosas polacas que, en plena Segunda Guerra Mundial, protegieron a judíos de la persecución nazi y el Holocausto. «Exactamente 2.345 hermanas de diversas congregaciones participaron en la ayuda a la población judía de Polonia», ha reivindicado ante medios vaticanos la hermana Monika Kupczewska, presidenta de la Comisión Histórica de la Conferencia de Superioras Mayores de Congregaciones Religiosas Femeninas de Polonia.
El compromiso de estas religiosas se extendió por todo el país, dando lugar a una red de salvamento dispersa en numerosas casas. «Se puede dibujar un mapa de ayuda, de salvación, que estaba densamente señalizado de casas religiosas», ha explicado Kupczewska a Vatican News. Las Hermanas Franciscanas de la Familia de María destacaron especialmente, con 56 comunidades involucradas en el rescate. También participaron otras congregaciones, como las Hermanas Albertinas, las Hermanas Ursulinas y las Hermanas Felicianas. «No hubo congregación religiosa en Polonia que durante la ocupación no se viera afectada por la cuestión de ayudar a esconder judíos», escribió el historiador Władysław Bartoszewski, a quien ha citado la religiosa.
Las monjas justificaban su valentía en su fe y en el amor al prójimo. «Estas hermanas dijeron que ése era su único motivo. Nadie las obligó a ayudar», ha subrayado Kupczewska. Algunas acogían a los perseguidos en sus conventos, mientras que otras les proporcionaban nuevas identidades. «Les cambiaban el nombre, haciéndoles nuevos documentos e incluso vistiéndolos con ropas religiosas». Un caso emblemático fue el de la congregación del Sagrado Corazón de Przemyśl, donde trece niños judíos fueron salvados en un orfanato.
Sin embargo, no todos los rescates tuvieron éxito. «Entre quienes pagaron el precio más alto por ayudar a los judíos en peligro —es decir, el precio de sus propias vidas— se encontraban doce monjas», ha recordado Kupczewska. Cuatro de ellas ya han sido beatificadas como mártires. O laicas como la profesora Natalia Tulasiewicz, también beata y quien ilustra junto a estudiantes de las ursulinas este artículo.
El heroísmo de estas religiosas ha sido documentado en The Rescue of Wartime Jews by the Polish Catholic Clergy, una monografía en inglés publicada por la Universidad Católica de Lublin y con más de 1.200 páginas de testimonios. El libro puede consultarse gratuitamente en línea.