Arturo Ros: «Hay que hacer un esfuerzo formativo en los seminarios» - Alfa y Omega

Arturo Ros: «Hay que hacer un esfuerzo formativo en los seminarios»

Fue banquero y es director espiritual de el Lobo, el policía que se infiltró en ETA. Tras una vida en Valencia, cambia el Mediterráneo por Santander

José Calderero de Aldecoa
Arturo Ros visita el Proyecto Nazaret de la archidiócesis de Valencia
El obispo electo de Santander visita el Proyecto Nazaret de la archidiócesis de Valencia. Foto: AVAN / Alberto Sáiz.

Ha pasado toda su vida sacerdotal en Valencia. ¿Cómo lleva lo de cambiar el Mediterráneo por el Cantábrico?
Todos me dicen que voy de mar a mar. He servido a mi diócesis durante 30 años, como sacerdote y luego como obispo auxiliar. Es verdad que es mi tierra, es mi gente, es mi familia, pero con el paso del tiempo y los cambios de parroquia vas aprendiendo a resituarte permanentemente en lo que la Iglesia espera de ti. Ahora es muy distinto. Es un cambio de diócesis, de climatología, de costumbres, de cultura, pero intentaremos aprender. Seguro que los cántabros tienen mucho que enseñarme.

Ser obispo tiene una parte de gestión. Hay que administrar los bienes de la diócesis. ¿El hecho de haber pasado por el sector de la banca le podrá ayudar en este sentido?
Sí, pero también mi experiencia parroquial. He estado veintitantos años en parroquias, tanto de vicario como luego de párroco y de vicario episcopal. Es verdad que hay que gestionar, pero para mí es clave contar con las personas que sepan hacer eso mejor que uno mismo.

¿Pasó mucho tiempo en el sector de la banca?
Siete años. Empecé a los 16 años en el entonces Banco de Valencia, que desapareció después. Estuve en varios destinos hasta que pedí la excedencia y me fui al seminario.

¿Le ha felicitado el Lobo [el policía que se infiltró en ETA] por el nombramiento?
Sí, claro. Por supuesto. Lo hemos compartido en la clandestinidad. Además, confío en que el nombramiento me dará más soltura para moverme de vez en cuando y poder verle. El convencimiento es seguir siendo su director espiritual.

¿Tiene perfiladas ya las líneas pastorales que le gustaría seguir?
Todavía es prematuro para eso, aunque las ideas están claras: es el Evangelio. Los pasos primeros serán estar, acompañar, conocer, ver a la gente, saber cómo viven y quererles, quererles y quererles. Los planes ya saldrán luego. Muchas veces nos precipitamos en querer hacer muchas cosas. Lo importante son las personas, caminar a su lado y hacer juntos Iglesia, que es lo que queremos todos.

Bio

Nació el 10 de junio de 1964 en Vinalesa (Valencia). Después de haber trabajado en el sector de la banca, entró en el seminario mayor de Valencia. Fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1993 en la ciudad levantina. Ha pasado toda su vida sacerdotal en la diócesis y el Papa Francisco le nombró obispo auxiliar de Valencia el 27 de junio de 2016. Recibió la ordenación episcopal el 3 de septiembre del mismo año. El Santo Padre le nombró obispo de Santander el pasado 31 de octubre, diócesis de la que tomará posesión este sábado, 16 de diciembre.

El Papa les acaba de convocar al Vaticano para hablar de los seminarios. Y, según parece, el número de seminaristas de este año volverá a descender, aunque en menor medida. ¿Puede estar comenzando un cambio de época? ¿Cómo se interpreta este menor descenso?
Es síntoma de muchas cosas. Es verdad que el tiempo presente es muy complejo, pero también es verdad que el Señor sabe que necesitamos vocaciones para servir a su Iglesia. Confiamos en que todo esto sea un aliciente para que la gente joven se plantee seriamente la opción, en este caso, al sacerdocio. Creo que en parte depende también de nuestro testimonio, tanto de los sacerdotes como de los obispos. Hay que mostrar la felicidad que supone para nosotros vivir el ministerio. Eso contagia.

Una de las ideas es la intención de que salgan pastores maduros. ¿Cómo ve a las nuevas generaciones?
Creo que todos somos hijos de nuestro tiempo. En mi caso, trabajaba en la empresa, estudiaba y ayudaba en el campo a mi padre. Eso ahora no ocurre. La cultura dominante en este momento es como es y eso influye en el modo de ser y de obrar. En este sentido, sí que debemos hacer un esfuerzo grande en los procesos formativos en los seminarios, pero creo que no es correcto que yo ponga ahora matices en qué y cómo. Lo importante es que su vida se fundamente en Jesucristo y anuncien el Evangelio.

¿Cómo ve la reciente creación de un ministerio precisamente de Juventud e Infancia? Usted es presidente de la Subcomisión para la Juventud y la Infancia de la CEE.
No he seguido el tema. Si es por inquietud y por preocupación por los jóvenes, me parece bien. Si es por ideología, no es nuestra misión. Nadie puede sustituir a los padres ni a las familias. No se puede suplir la educación de los hijos.