Arranca la Gran Misión del Camino Neocatecumenal

«Más coraje para dar testimonio de la fe en Cristo resucitado», pedía el Papa Francisco el domingo, antes del rezo del Regina caeli. Después, en los saludos, exhortó a los miembros del Camino Neocatecumenal que comenzaban esta modalidad de evangelización por las plazas de las ciudades durante los cinco domingos de Pascua: «También me complace saludar a los numerosos miembros de movimientos y asociaciones presentes en este tiempo de oración, especialmente a las comunidades neocatecumenales de Roma, que comienzan hoy una misión especial en la ciudad. ¡Animo a todos a llevar la Buena Nueva, en todos los ámbitos de la vida, con dulzura y respeto! Id a las plazas y anunciad a Jesucristo, nuestro Salvador!».

El Papa ya conocía esta iniciativa. Días antes de partir al cónclave, el entonces arzobispo de Buenos Aires recibió a la responsable del Camino Neocatecumenal en Argentina, que le presentó esta iniciativa misionera, que acogió con entusiasmo. El pasado viernes, Kiko Argüello, iniciador de este itinerario de fe, saludó al Papa Francisco en la residencia Santa Marta. Durante el breve encuentro, el Pontífice le dijo sonriendo: «Vaya lío que has armado, Kiko, pero tienes que continuar con ese lío».

Desde hace ya varios años, el Camino Neocatecumenal ha realizado iniciativas evangelizadoras durante los domingos de Pascua, pero la idea de la Gran Misión surgió como aportación de esta realidad eclesial al Año de la fe, después de que el Consejo Pontificio para los Laicos y el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización preguntaran al equipo responsable del Camino, Kiko Argüello, Carmen Hernández y el sacerdote Mario Pezzi, cómo pensaban contribuir al Año de la fe proclamado por Benedicto XVI. Desde principios de este año, el equipo internacional comenzó a informar y a organizar esta misión con los diferentes responsables nacionales de los 120 países donde se desarrollaría esta Gran Misión.

Los miembros del Camino de Roma fueron enviados el sábado por el cardenal Vallini, en San Pablo Extramuros, a predicar por 100 plazas. En Madrid, Kiko Argüello le presentó hace meses este proyecto al cardenal Rouco, quien también esperaba que esta realidad tan presente en la capital española realizara alguna contribución importante a la Misión Madrid, iniciativa de la archidiócesis madrileña por el Año de la fe. Tras varios meses de preparación, el arzobispo de Madrid envío, el 23 de marzo, en la parroquia de Santa Catalina Labouré, a miles de neocatecumenales madrileños a anunciar en las plazas de la capital que la única salvación del hombre se encuentra en Jesucristo.

Estos encuentros se desarrollan en las plazas próximas a las parroquias. Cada domingo se da una catequesis y, después, todo el que lo desea puede continuar en algún grupo de la parroquia. Los miembros del Camino salen desde su parroquia hacia la plaza próxima donde van a evangelizar con cánticos, siguiendo la cruz que abre la procesión y un estandarte con la imagen de Cristo en el que se anuncia la misión que realizan. Al llegar, continúan cantando, el catequista da la catequesis dirigida a aquellos que se aproximan, el párroco proclama un texto bíblico, y después se establece un diálogo con la gente que ha acudido. Durante estos cinco domingos, se da respuesta a algunas preguntas como: ¿Quién es Dios para ti? ¿Has experimentado en tu vida que Dios existe? ¿Para qué vives? ¿Qué es la Iglesia? Catequesis con las que se pretende ayudar a las personas a tener un encuentro con Jesucristo a través de la escucha de la Buena Noticia: el kerigma de nuestra salvación.

Esta misión evangelizadora culminará con el tiempo pascual, dando paso a la fiesta de Pentecostés el 18 de mayo, cuando neocatecumenales de todo el mundo participarán en el encuentro que el Papa Francisco tendrá con los diferentes movimientos y realidades eclesiales.