«El testimonio supone vivir de tal modo que los demás vean sus obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo», lo dijo el Papa Francisco en su vista a Villa Nazaret, sede de la Fundación Comunidad Domenico Tardini, la tarde de este sábado 18 de junio, con ocasión del 70° Aniversario de fundación.
La Institución, fundada en Roma en el año 1946 por el cardenal Domenico Tardini —secretario de Estado del Papa san Juan XXIII—, acoge y educa a niños y adolescentes huérfanos o que provienen de familias pobres.
En su visita, el Santo Padre fue recibido por el cardenal Aquille Silvestrini y por monseñor Claudio Maria Celli, presidente y vicepresidente respectivamente de esta fundación educativa. A continuación se reunió con los niños y jóvenes con quienes compartió un momento de oración y les impartió una catequesis basada en el comentario de la parábola del Buen Samaritano.
En su discurso el Obispo de Roma señaló que «esta parábola nos presenta la pregunta: ¿Quién es mi prójimo? Pregunta a la cual solo supo responder un pecador». «En cambio —continuó Francisco— aquel pecador, extranjero que no era miembro del pueblo de Dios, fue el único que se conmovió, tuvo compasión y se detuvo». Fue el único que «dio testimonio de caridad».
A seguir las huellas de Jesús
Sobre el trabajo que se realiza en Villa Nazaret, el sucesor de Pedro aseguró que es una obra caritativa que da un gran testimonio. «Aquí no se viene para hacer carrera, ni para ganar dinero, sino para seguir las huellas de Jesús y dar testimonio de Jesús. En el silencio, sin explicaciones, con los gestos… retomar el lenguaje de los gestos, ¿eh?».
Antes de concluir su discurso, el Pontífice invitó a estudiantes y formadores a «seguir dando testimonio» y les advirtió contra los doctores de la ley «que quieren presentar la fe en Jesús de modo rígido».
Además de Francisco, también visitaron la villa Pablo VI, san Juan Pablo II y Benedicto XVI. Durante su pontificado, el Papa alemán los recibió en el Vaticano y les concedió la diaconía de la cultura.
RV / Redacción