Aparece un inédito ex voto portugués en la catedral de Santiago
La pintura es una acción de gracias al apóstol Santiago de un matrimonio portugués de Aveiro después de que sus oraciones para la curación de la mujer fueran atendidas
La publicación mensual del Archivo de la Catedral de Santiago, Galicia Histórica, ha desvelado este miércoles un novedoso hallazgo en el templo compostelano: un exvoto, o lo que es lo mismo, una manifestación artística —en este caso una pintura— ligada a la religiosidad popular para dar gracias a Dios, a la Virgen o a un santo por el cumplimiento de una petición, habitualmente ligada a una enfermedad.
Aunque está en fase de catalogación, ya se sabe, por la inscripción que acompaña a la pintura, que se trata de una acción de gracias al apóstol Santiago por parte de una mujer, María Nues, que vivía en los arrabales de Aveiro y que estaba casada con un hombre llamado Manoel de Oliveira, que pidió a Santiago la curación de su esposa. «Merced que hizo el apóstol Santiago el Mayor a María Nues, mujer de Manoel de Oliveira, de los arrabales de Aveiro que, estando con una enfermedad, ya desengañada de médicos, era de 1751, se ofrece a dicho santo», se puede leer en la parte inferior del lienzo, destinado a ser clavado sobre una tabla de madera.
La escena, según explica Arturo Iglesias Ortega, del Archivo de la Catedral de Santiago, se organiza en dos partes: «A la izquierda se recrea una habitación con una pared con sobrias molduras y paneles cuadrangulares, en la que yace la doliente, y a la derecha se escenifica la aparición de Santiago Apóstol».
Y continúa con la explicación: «En la parte izquierda, la mujer enferma figura tumbada de lado y con la mirada perdida, con la cabeza apoyada en una almohada con brocados y el cuerpo cubierto por un cobertor de damasco azul con sus flecos de oro. […] En la cabecera se representa de perfil a un sacerdote sentado sobre una silla de brazos portuguesa de cuero repujado, sobre uno de cuyos brazos reposa la mano izquierda, levantando la derecha en actitud de bendecir. […] A los pies de la cama se representa al oferente, el marido,de perfil, cabello largo, arrodillado, con las manos unidas en actitud de rezo y el rostro hacia el santo. […] En la parte derecha se representa a Santiago peregrino, cuya iconografía es bastante habitual».
Según el propio investigador, el valor de esta obra como muestra de la cotidianeidad de la sociedad de la época «es innegable», que disculpa, de algún modo, las limitaciones técnicas. pues «hay que entenderlas en gran medida como fruto de la sobriedad intencionada que pretende darse a este tipo de piezas y de su fabricación por artesanos cuyos talleres suelen estar especializados en este tipo de pinturas».