Ángelus, en Castel Gandolfo

«Vivimos nuestra cita dominical del ángelus, hoy, aquí en Castel Gandolfo. Saludo a todos los habitantes de esta bella ciudad. Quiero daros las gracias, sobre todo, por vuestras oraciones y también a los peregrinos que habéis llegado en tan gran número»: así dijo el Papa Francisco, el domingo pasado, en su primer rezo del ángelus como Papa en Castel Gandolfo. Más de 20.000 personas abarrotaban la plaza, como se ve en la foto, y el Papa quiso hablarles desde abajo, no desde el balcón. Comentó la parábola del Buen Samaritano para recordar que «Dios siempre quiere la misericordia y no la condena, la misericordia del corazón, porque Él es misericordioso y sabe comprender bien nuestras miserias, dificultades y pecados. Pidió oraciones para su inminente peregrinación a la Jornada Mundial de Río de Janeiro, y se unió a los fieles de la Iglesia ucraniana, en el setenta aniversario de las matanzas de Volinia, provocadas por la ideología nacionalista, en el trágico contexto de la II Guerra Mundial.