Angela Pellicciari: «Es la colaboración entre el cielo y la tierra lo que ha dado tanta gloria a España»

¿De qué eventos de nuestra historia deberíamos estar más orgullosos?
La historia de España es una historia realmente única. En mi opinión, lo es por dos motivos: es la única nación, junto con Portugal, que logró liberarse del islam. Le tomó 718 años, un tiempo interminable, pero lo logró. Otras naciones, como Grecia y Armenia, mantuvieron la fe, pero ninguna se libró de la opresión musulmana. España es también la única nación que en poco tiempo y con pocos hombres logró insertar un continente vasto e ilimitado en el lecho de la tradición romano-cristiana. Impulsados por la fe, por el ímpetu de la reconquista de Granada y por el celo de Isabel la Católica, España libró a pueblos enteros del terror de los sacrificios humanos masivos, insertándolos en la belleza de la vida cristiana y organizando su vida «según la razón», como prescribe Isabel en una hermosa ordenanza de 1503.

¿Cree que hubo algún elemento de apoyo divino en esta empresa?
Hay que decir que el cielo se movió para ayudar a los soldados y religiosos españoles, y fue una ayuda decisiva: María se apareció a Juan Diego en 1531, sólo 14 años después de que Cortés desembarcara en México. Se invirtió la perspectiva: Dios no quiere que los hombres le sacrifiquen un corazón; al contrario, es Dios mismo, es Jesús, quien ofrece su vida para vencer a la muerte. Fue una verdadera liberación acompañada de un torrente de milagros. En mi opinión, esta es precisamente la singularidad de la historia de España, en un sentido profundo: desde Zaragoza y luego siempre durante la Reconquista, el cielo acudió en su ayuda. María y Santiago no dejaron de aparecerse y actuar en los momentos más difíciles, como en Covadonga. España respondió a la ayuda del cielo con fe. Es la colaboración entre el cielo y la tierra lo que ha dado tanta gloria a vuestra patria.

Pero hoy las cosas han cambiado…
Lamentablemente, de esta historia solo conocemos la leyenda negra ampliamente difundida por el pensamiento ilustrado, de tal modo que hoy podríamos hablar de una especie de síndrome de Estocolmo.

¿A quién le interesa no realzar el esplendor de nuestro pasado?
A cuantos han querido borrar sus pecados poniéndolos sobre los hombros de España. Por ejemplo, mientras Isabel y la corona de España prohibieron la esclavitud, algunos acusan a la reina de enriquecerse con el comercio de esclavos. Mientras Isabel invitaba a casarse a indios y españoles «para que conozcan tanto nuestra religión y puedan vivir como hombres y mujeres dotados de razón», los conquistadores calvinistas y anglicanos, creyéndose mejores, exterminaron a los nativos americanos.

La Iglesia católica ha tenido un papel primordial en todas nuestras conquistas. ¿Ve hoy ese impulso evangelizador que nos llevó a llevar la fe a América?
En mi opinión, España ha recuperado plenamente ese espíritu respondiendo a la locura del odio anticristiano encarnado por el comunismo y la masonería con el heroísmo del testimonio de la fe. Durante la Guerra Civil hubo innumerables testimonios de fidelidad al Evangelio y al amor de Dios. La iglesia española, y los fieles españoles, perdonaron sistemáticamente las ofensas. Ofrecieron la otra mejilla a sus verdugos, obedeciendo el mandato de Jesús de amar a los enemigos. Muchos españoles pueden contar historias maravillosas sobre la fe de sus familiares durante la persecución. Pienso que la cruz aceptada por amor ha permitido a España curar las heridas del odio, incluso cuando el socialismo en el poder está haciendo todo lo posible para hacer retroceder el reloj.

Una historia única. De Zaragoza a Guadalupe

Autor:

Angela Pellicciari

Editorial:

Editorial Bendita María

Año de publicación:

2022

Páginas:

162

Precio:

17,90 €