Ángel Amigo, el cura del Grand Prix: «Dije que sí para acercarme más a la gente» - Alfa y Omega

Ángel Amigo, el cura del Grand Prix: «Dije que sí para acercarme más a la gente»

Begoña Aragoneses

A Ángel Amigo, el párroco de Colmenarejo, no paraban de saludarlo el día de Santiago Apóstol, cuando la parroquia, bajo la titularidad del patrón de España, celebraba la Misa solemne y la procesión. La noche de antes, la del lunes 24 de julio, todo el pueblo se había concentrado en la plaza para ver, en pantalla gigante, la actuación de sus representantes en el Grand Prix. El programa regresaba a TVE 18 años después y lo hacía por la puerta grande, con una cuota de pantalla del 26,1 %, batiendo todos los récords.

Y allí, integrante del equipo de Colmenarejo, enfrentándose a los de Alfacar (Granada), estaba el cura (en la imagen inferior, durante el rodaje junto a otro miembro de su equipo). Aunque se lesionó en su prueba, Jurassic Prix —dos sesiones de fisioterapia y ya está recuperado—, para este sacerdote que lleva seis años en el pueblo ha sido una forma de acercarse más a la gente, «a los jóvenes» en concreto. «Se da una imagen fresca de la Iglesia». Y lo dice por todo, no solo por el tatuaje que lleva en el gemelo, de san Judas Tadeo, eso sí. «Han visto a un chico como los demás», que también forma parte del vídeo promocional del programa.

Salir a las periferias

Fue hace unos meses cuando el alcalde de la localidad le llamó para invitarle al programa. Al sacerdote, que ha sufrido cinco operaciones en dos años, no es raro verle hacer ejercicio por el pueblo con su entrenador personal, Jorge Fernández. Prescripción facultativa para no tener que volver a pasar por quirófano. Está en forma, y por eso el regidor vio que podía dar el perfil para el equipo.

Precisamente el deporte lo ve como una «vía de evangelización; te acercas a gente que de otra manera nunca lo harías». Es, continúa, «lo que dice el Papa de salir a las periferias». Tras su paso por el Grand Prix, «ya veremos a ver qué pasa; la gente joven no se nos acerca porque nos ven distantes, poco movidos, y ellos lo que necesitan es moverse».

Esta es una de las razones por las que el sacerdote se sacó el título de patrón de yate, «para sacar a los jóvenes a navegar», lo que no quita que, «obviamente, celebramos Misa, en el barco se reza el rosario…». Por cierto, que Ángel Amigo también tiene el título de quiromasajista.

—Y también bordo.

—¿Cómo?

—Sí, en la parroquia no teníamos dinero para arreglar los manteles del altar y me puse a aprender en los ingresos hospitalarios.

Vida en el pueblo

La participación en el Grand Prix la consultó Amigo con su vicario, Juan Carlos Merino, «y con mi entrenador para ver si estaba al cien por cien». Ambos le dieron su ok y acudió a grabar el programa, a mediados de julio, junto a otros 29 vecinos. «La vida de la parroquia está muy en el pueblo», señala, y concluye aludiendo a la labor de la Cáritas parroquial y a su implicación en la acción social del ayuntamiento. «El consistorio está al tanto de a quiénes atendemos y qué les ofrecemos».