Andrés Krakenberger: «La pena de muerte es cruel, inhumana y degradante»
Formó parte del equipo que eliminó la pena de muerte del Código Penal Militar de España. Ahora, Krakenberger valora el reciente vídeo del Papa Francisco contra esta práctica
Francisco carga contra la pena de muerte en la edición de septiembre de El Vídeo del Papa —iniciativa con la que se difunde la intención mensual de oración del Santo Padre—: la pena de muerte «no es necesaria desde un punto de vista jurídico» porque «la sociedad puede reprimir eficazmente el crimen sin quitar definitivamente a quien lo cometió la posibilidad de redimirse», dice el Pontífice. Tampoco «ofrece justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza» y, por otro lado, «evita toda posibilidad de deshacer un posible error judicial». Además, esta práctica es «moralmente inadecuada» porque «destruye el don más importante: la vida». Por todo ello, Francisco hace un llamamiento «a todas las personas de buena voluntad» para que «se movilicen» y así «lograr la abolición» en «todo el mundo».
Según la ONU, 170 países han desterrado esta práctica y 55 la siguen aplicando. En España, fue eliminada con la Constitución de 1978 excepto del Código Penal Militar, que preveía esta práctica en tiempos de guerra. No fue hasta 1995 cuando se logró que los ajusticiamientos desaparecieran por completo en nuestro país. Este último paso se pudo dar gracias a la Comunidad de Sant’Egidio y, principalmente, a Amnistía Internacional (AI). Todo comenzó en el País Vasco y uno de sus protagonistas fue Andrés Krakenberger, entonces coordinador del equipo de AI de Vitoria y actual portavoz de la Asociación Pablo Ibar Juicio Justo, anteriormente Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar.
¿Cómo se consiguió el cambio en el Código Penal Militar?
En el 94 yo estaba de coordinador de AI en Vitoria y presentamos una iniciativa al Parlamento vasco para que pidiera al Parlamento español que eliminara la pena de muerte del Código Penal Militar. Para nuestra sorpresa, prosperó. A partir de ahí, iniciamos una campaña en Amnistía para que todos los parlamentos autonómicos hicieran peticiones similares y conseguimos bastantes apoyos. Al final, tanto el Senado como el Congreso lo aprobaron y se eliminó definitivamente esta práctica en España.
¿Esta experiencia fue la que le llevó a involucrarse en la Asociación Pablo Ibar? ¿En qué punto está el caso?
De Vitoria pasé a ser presidente de la sección española de AI y ahí tomé contacto con un caso de pena de muerte de Florida (EE. UU.), el de Joaquín José Martínez, que salió bien porque fue absuelto. Por aquellas fechas detuvieron a Pablo y fue condenado a muerte. La familia apeló la decisión y en 2006 el Tribunal Supremo de Florida confirmó la sentencia. Es ahí cuando Cándido, el padre de Pablo, estuvo buscando apoyos y contactó conmigo. En 2016 conseguimos que Florida revocara la decisión. En la argumentación se decía que la sentencia se habían basado en pruebas «escasas» y «débiles». Así que se repitió el juicio con esas mismas pruebas, que además pudimos comprobar que habían sido contaminadas, y, a pesar de ello, le volvieron a condenar, pero a cadena perpetua. Esta decisión también se apeló y en breve tendremos la fecha para la vista oral.
Si se hubiese aplicado la condena, Pablo estaría muerto a pesar de que tiempo después un juzgado declaró las pruebas «escasas» y «débiles».
Así es. De hecho, multitud de casos en EE. UU. se han resuelto con análisis de ADN posteriores. De esos múltiples casos, en varios los análisis que confirmaban la inocencia del preso llegaron después de la ejecución.
¿Qué opina de la pena de muerte?
Hay mil argumentos contra la pena de muerte. Que si es cruel, inhumana y degradante, cosa que suscribo totalmente. Pero es que además no tiene un poder disuasorio mayor que el de una condena larga, como defienden quienes están a a favor de la pena capital. Los estudios estadísticos que se han hecho en países como EE. UU. demuestran lo contrario. Y el último argumento es eso, que es irreversible. Si demuestras que han cometido un error, ¿cómo se corrige?
¿Qué le parece que un líder mundial de la talla del Papa se haya pronunciado tan claramente en contra?
No soy practicante y me defino más como agnóstico. A pesar de ello, me parece fenomenal el pronunciamiento del Papa. Todo apoyo contra la pena de muerte bueno es, y mucho mejor si este se da por parte de un persona de tanta influencia como es Francisco.
El mismo Francisco modificó el catecismo, que contemplaba la pena de muerte en algún caso extremo.
Yo no le pido a ninguna religión la perfección, porque todos somos seres humanos. Dentro de la condición de ser humano está, por un lado, el cometer errores y, por otro lado, el progresar y mejorar. Para mí, todo evoluciona.