Analfabeta y con estigmas: así es la candidata a primera mujer santa de Sri Lanka
El 9 de febrero se clausuró la fase diocesana de la causa de canonización de Helena de Gonawila, laica consagrada que pidió sufrir con Cristo por la conversión de su padre y hermano
La primera mujer de Sri Lanka que podría ser elevada a los altares era analfabeta y compartió las heridas de Cristo. El pasado 9 de febrero, el obispo de Chilaw, Wimal Siri Jayasuriya, presidió la clausura de la fase diocesana de la causa de canonización de Helena de Gonawila, laica consagrada fallecida justo 94 años antes. En la ceremonia participó un amplio número de devotos de la esrilanquesa, a la que llaman cariñosamente «hermana Helena», informa AsiaNews.
Nacida en 1849 en Gonawila, en el centro del país, Helena dedicó toda su vida a la oración, la meditación y el servicio a la Iglesia local. Su fe llegó hasta tal punto que pidió al Señor que la bendijera con sus heridas. Quería compartir su dolor por la redención y la conversión de su padre y su hermano, que eran budistas. El 12 de octubre de 1870, a los 22 años, recibió los estigmas. El obispo Edmund Peiris, contemporáneo suyo, escribió en una biografía que su oración estaba guiada por un profundo deseo de entregarse completamente a Cristo.
En su homilía durante la Misa de clausura de la fase diocesana, el obispo Jayasuriya subrayó el contraste entre esta actitud de la sierva de Dios y la más habitual, que es «rezar para vernos libres del dolor, curarnos o tener alegrías en vez de sufrimiento». Ella nos recuerda que «ser discípulo de Jesús también significa compartir su dolor». Hace más de un siglo, sin saber leer ni escribir, «nos dejó un mensaje divino».
Posibles milagros
Entre los participantes en la ceremonia estaba Cicily Kanthi Perea, una mujer de Jaela que atribuye a su intercesión haberse curado totalmente de un cáncer hace dos años. Sin embargo, su caso no está incluido en la causa. Son otros dos los posibles milagros de los que se han recogido pruebas durante la fase diocesana de la causa, que comenzó en 2016.
El primero es la curación de un joven también enfermo de cáncer, y el segundo la de un niño budista mudo, que recuperó el habla después de asistir a unas reuniones de oración y hoy es devoto de Helena. Su figura es muy venerada en todo el país, junto con la de san José Vaz, el primer santo de la isla.
Rita y Clarence, una pareja de Colombo que también participó en la celebración, declaró a AsiaNews que los católicos de Sri Lanka —donde representan en torno al 6 % de la población— deberían pedir a Dios que el proceso llegue pronto a buen puerto. Anhelan que «pronto podamos llamarla nuestra santa Helena Gonawila».