Agricultura sostenible: Sin regulaciones verdes «vamos a matar la gallina de los huevos de oro»
Ante la tentación de «sobreexplotar los campos» hasta agotarlos, científicos piden combatir el despilfarro e imponer claúsulas espejo fuera de la UE para evitar la competencia desleal
«Existe un pensamiento mágico que prueba a ver si suena la flauta y, por ejemplo, pretende colocar en el mercado muchos limones antes que nadie. Al final los han tirado», denuncia Fernando Valladares. Es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y explica a Alfa y Omega por qué esta primavera España ha enviado del campo a la basura 400.000 toneladas de limones, un 27 % de las que se han producido.
En los últimos ocho años, este cultivo ha pasado de ocupar 36.000 a 53.000 hectáreas; una dinámica que se justifica, según Valladares, por los «costes fijos grandísimos» a los que hacen frente los agricultores y su necesidad de sacarles rendimiento. «Entonces son tentados por un inversor deslocalizado», normalmente una gran distribuidora alimentaria, «que les ofrece comprarles grandísimas cosechas que los sacarían de sus deudas». Los primeros años logran buenos resultados, se produce un «efecto llamada» y sigue ampliándose la superficie. Pero de golpe todos los árboles son maduros, producen a la vez y «el mercado es incapaz de absorber los limones». Se tiran, pero igualmente «han requerido 435 litros de agua por kilo», advierte el investigador del CSIC, quien acaba de participar en el Seminario de Ecología Integral sobre Agricultura sostenible y cambio climático, organizado por la Conferencia Episcopal, la archidiócesis de Madrid, la Fundación Pablo VI, Enlázate por la Justicia y el Movimiento Laudato Si’.
Aunque esta mala planificación es la causa principal del despilfarro, José Esquinas, expresidente del Comité de Ética de la FAO, reconoce su parte de razón a los agricultores que protestan por la competencia de países como Egipto, exportador de cítricos ajenos a las regulaciones europeas. «Cuando compramos un producto de otra parte del mundo apoyamos una industria salvaje», denuncia este científico, que hablará el próximo martes en la segunda sesión del seminario. Esquinas explica que, aunque las opciones sin controles europeos parezcan más baratas al consumidor, «acabamos pagando más vía impuestos para paliar el impacto que van a tener sobre la salud». Considera «muy lógicas» las tractoradas de agricultores contra el Pacto Verde Europeo, que han llegado a influir en la campaña de las recientes elecciones. «Con la producción actual no tienen para cubrir gastos», razona. Pero advierte de que «solo benefician a los usureros y a las grandes multinacionales».
Sentencia que «la solución no puede ser de ninguna manera cargarse los Objetivos de Desarrollo Sostenible». Y advierte de que «si sobreexplotamos los terrenos vamos a producir más barato, pero vamos a matar a la gallina de los huevos de oro». En cambio, si se apoyara «una forma de producir más sostenible, no habría campo empobrecido ni éxodo ni envejecimiento rural, ni España vaciada». Finalmente, para plantar cara a la «competencia desleal», pide incluir «claúsulas espejo» en los tratados de libre comercio. Así, cualquier país «debe justificar que tiene las mismas medidas para la defensa del medio ambiente que la Unión Europea».